El museo de las historias

Pedro Cano anima al público a asistir a «un espacio muy interesante que contiene muchas historias dentro» y donde al artista le gusta resolver las dudas de los interesados: «Casi siempre que puedo me acerco. Me gusta charlar con los visitantes y responder a sus curiosidades y preguntas. Veo casi como una obligación dar algo de lo que uno tiene. Yo me he encontrado a gente que me ha enseñado mucho».

La entrada es gratuita, por ahora, y el museo mantiene su horario habitual: de miércoles a viernes, de 10.00 a 13.00 horas y de 17.00 a 19.00 horas; sábados de 11.00 a 14.00 horas; y domingos y festivos, de 11.00 a 14.00 horas. Ajustándose a las medidas de seguridad, no es necesario reservar cita previa para visitar el centro aunque sí se controla el aforo a un máximo de 10 personas por planta. Además, es obligatorio el uso de mascarillas.

«Durante estas semanas, donde el museo ha estado cerrado pero su alma ha continuado viva, le hemos dado una vuelta a los 'Cuadernos de viaje', que tienen muchísimas páginas», explica el pintor. Desde hace tres décadas capta paisajes, sensaciones y gentes de los lugares que ha visitado. Un auténtico archivo de la memoria que se muestra en la segunda planta del centro, donde también hay un espacio propio para la serie de acuarelas inspirada en 'Las ciudades invisibles', de Italo Calvino, una colección de acuarelas sobre flores y frutas y una zona audiovisual, en la que se muestran dos vídeos sobre la trayectoria del artista, que vivió cinco años en Nueva York.

Para continuar viajando, en '9 Mediterráneos' el público encontrará una muestra formada por 54 acuarelas que se ha expuesto en Cartagena, Tesalónica (Grecia) o Nápoles (Italia), entre otras ciudades. Una selección de nueve lugares del Mediterráneo, cada uno especial a su manera, a través de elementos característicos y originales de cada ambiente.

«Cuento cómo son las ciudades de una forma que no tiene nada que ver con el paisaje, de forma clara y sencilla», afirma. Estambul es Santa Sofía, Cartagena es el Teatro Romano y los pescados secando, Venecia son los palos de colores que jalonan sus canales. Nápoles es 'la smorfia', Spalato (Split) es el Palacio de Diocleciano y Patmos las coronas vegetales de Pascua. Mallorca es la Cartuja de Valldemosa, Sicilia son tres maravillosas esculturas grecorromanas y Alejandría, cómo no, su legendaria biblioteca.

En la primera planta se realiza un trayecto cronológico a través de algunos de los óleos del Hijo Predilecto de Blanca, comenzando con el primer cuadro, que Pedro Cano pintó con solo once años y pasando por su formación en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, su estancia en Italia, sus viajes, o su relación con Nueva York. Se pueden observar obras importantes de su trayectoria artística como 'Retrato de mi madre', 'Equipaje', y 'Pompeyano', además de una selección de sus series más representativas, como '59 East 7th Street', 'Hortus' e 'Il Fiume'. Cuadros que siempre han permanecido en este espacio junto a otros que han ido y han vuelto.

Para conocer la colección, así como la extensa trayectoria del artista, la web fundacionpedrocano.com recoge en su blog testimonios del pintor e información ampliada sobre la Fundación, que pronto cumplirá su primera década. Además, en la cuenta de Twitter de la institución, @Fund_PedroCano, se pueden consultar una gran cantidad de contenidos que se han acercado al público durante esta crisis sanitaria mundial.