Jaime Lorente: «Me dejo la vida en las tablas»

–Su personaje en 'Matar cansa' admira a un asesino en serie que busca a través de la muerte el sentido a la vida. ¿Por qué lo admira?

–Las metas hoy en día están tan distorsionadas que es difícil encontrar puntos de vista claros y gente que se atreva a tomar decisiones concisas. Este tipo admira cómo el asesino apuesta por algo, por muy terrible que sea. Sin hacer apología de ello, entiendo que admira su valentía.

–¿Qué tiene de especial este criminal?

–Es algo que se descubre en la obra pero el asesino es un romántico de época que busca a través de la muerte el máximo sentido del amor.

–¿Este narrador nunca se decide por matar?

–A esta ambigüedad juega el texto. Conforme transcurre la función no se sabe muy bien si quien te habla es el narrador, si este narrador es el asesino o si el asesino es el 'alter ego' del narrador.

–¿El público empatizará con el asesino?

–Con el asesino no lo sé, sí que lo hará con el narrador. El juego de la obra consiste en que el público se acerque a morales y éticas que van en contra de lo lógico.

–¿Cómo se ha preparado para enfrentarse al escenario en solitario?

–Ensayando mucho. Le tengo mucho respeto al texto y lo vivo como una oportunidad única. Es un texto que constantemente evoca imágenes que tienen que estar presentes para el espectador. Me dejo la vida en escena. 'Matar cansa' literalmente cansa. Ha sido un ejercicio de humildad y entrega absoluta. Me he tenido que desprender de todo el ego del actor. Un proceso intenso pero bonito.

–¿Qué supone actuar de nuevo en Murcia?

–Actuar en mi tierra es maravilloso. Realizar este monólogo rodeado de mi gente en Murcia es un placer. Alberto Sabina [director], Antonio Mateos [director artístico] y yo trabajamos juntos desde la ESAD [Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia], creamos una pequeña compañía y teníamos muchas ganas de abordar otro proyecto de nuevo. Ha sido cumplir un sueño pendiente. Las cosas en familia se disfrutan más.