Celtas Cortos: «Somos músicos de carretera, directo, sudor y contacto»
La formación vallisoletana compartirá en El Batel los temas de su último trabajo ('El mundo del revés') y las canciones más emblemáticas de su repertorio junto a la Orquesta Virtuós Mediterrani
Con su nueva gira, titulada 'Solos ante el peligro', referencia directa a la obra maestra protagonizada por un colosal Gary Cooper en 1952, Celtas Cortos ... aprovechan para engalanar su presente y pasado con vistosos ropajes sinfónicos. Aunque traicionen el citado nombre cinematográfico que los acompañará a lo largo de esta nueva serie de conciertos, la banda vallisoletana no andará abandonada sobre el escenario, ni mucho menos, ya que contará con la inestimable ayuda de una Orquesta Virtuós Mediterrani encargada de reforzar el aliento de poderío y belleza de canciones como las recientes 'A volar' e 'Hijos de la tormenta' o, por recurrir a la gran cosecha de temas populares con la que cuenta la formación, 'Cuéntame un cuento', '20 de abril' o 'La senda del tiempo'. El hoy y el ayer de Celtas Cortos conectados por las cuerdas y ensalzados por los metales. Charlamos con Goyo Yeves, uno de sus miembros fundadores.
Celtas Corto
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Cuándo Sábado, a las 20.00 horas.
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Dónde Auditorio El Batel. Cartagena.
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Cuánto 38 € / 43 € / 49 €.
–Se encuentran en los primeros compases de esta gira que supone un nuevo desafío en la historia de la banda. ¿Cómo están viviendo este arranque?
–Con ilusión y emoción por ser una propuesta diferente a lo que hemos venido haciendo hasta ahora. El concepto sinfónico, la elección del repertorio, el diseño del escenario, los recintos, etc. hacen de esta aventura algo irrepetible y queremos disfrutarlo a tope con nuestro público.
–Aunque en su último trabajo el componente sinfónico ya estaba presente, ¿en qué momento decidieron salir de gira con este formato?
–La colaboración en cinco temas de ese disco con Virtuos Mediterrani, de la mano de su director y arreglista Gerardo Estrada, supuso un enamoramiento de la fusión de ambos sonidos. Eso fue lo que nos llevó a plantear una gira con ellos para disfrutarlo en directo con todos los demás temas clásicos del grupo.
«La inseguridad es la compañera habitual de cualquier disciplina artística, pero, a la vez, es la que te motiva»
–En términos musicales, ¿hasta qué punto está siendo esta nueva aventura un reto y, al mismo tiempo, una fuente de aprendizaje para la banda?
–Un reto total y apasionante. Adaptarse a tocar con ellos y a entrelazar nuestros arreglos e instrumentos con la magia y grandiosidad de una orquesta de estas dimensiones está resultando un aprendizaje y disfrute a partes iguales.
–¿De qué manera han trabajado con los clásicos del grupo para adaptarlos al lenguaje sinfónico?
–Los temas se mantienen con su estructura, aunque habrá introducciones y codas con más protagonismo orquestal. La suerte es que Gerardo Estrada ha conseguido adaptar los arreglos a nuestra formación para que todo el mundo pueda sentirse cómodo y brillar como siempre.
–¿Han tratado de reforzar la espectacularidad de las canciones o buscan adornar las melodías con arreglos más sutiles?
–Un poco de las dos cosas. Sin duda, lo mejor es vivirlo en directo y que cada cual saque sus conclusiones. Para nosotros, los temas están vestidos de gala y de colores para la ocasión y, sin duda, se hacen más grandes.
–¿Esta gira nace como una experiencia puntual o esperan que se pueda repetir en el futuro con otros repertorios?
–En principio será algo puntual, aunque va a ocupar todo el espacio de conciertos de Celtas Cortos para este año.
–¿Consideran que este tipo de desafíos son la gasolina que necesita un grupo para mantenerse firme y entusiasmado cuando han pasado más de cuarenta años juntos?
–Desde luego. Nosotros somos una banda inquieta, artísticamente hablando. Raro es que pasen más de dos años sin sacar temas nuevos, proyectos diferentes o ideas innovadoras. Es fundamental que tu coco no pare de enredar para seguir en forma como corredores de fondo que somos.
–Hace poco leí una entrevista en la que afirmaban que la inseguridad es un elemento que, lejos de asustar, les estimula y activa. ¿Siempre ha sido así o es una sensación que se ha ido ajustando con el paso de los años?
–La inseguridad es la compañera habitual de cualquier disciplina artística, pero, a la vez, es la que te motiva a no quedarte parado. Es tan necesaria como inquietante.
–Más allá del cariño que tienen del público, ¿se sienten una banda justamente valorada por la industria musical española?
–No nos sentimos muy partícipes de la industria musical. Como he dicho antes, somos más corredores de fondo, músicos de carretera, directo, sudor y contacto. Y, desde luego, ahí sí sentimos el valor y el cariño que, cada año, cada gira, nos transmiten todas esas personas que siguen queriendo compartir con nosotros el poder y la magia de las canciones en directo.
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