El dique de Levante de Torrevieja tendrá que salir de nuevo a concurso tras aceptar el recurso de una empresa
El alcalde, Eduardo Dolón, expresa ahora que espera que los trabajos puedan estar adjudicados a final del verano a través de una nueva licitación
El dique de Levante tendrá que salir finalmente a concurso público por segunda vez. Los técnicos municipales han valorado que la licitación en curso no puede continuar en los términos actuales después de que uno de los licitadores presentara un recurso. Esto supone un gran contratiempo para el equipo de gobierno municipal, que ahora no calcula que las obras puedan estar adjudicadas mediante una nueva licitación hasta final del verano. A partir de septiembre es cuando el ejecutivo local espera empezar a desplegar el grueso de las licitaciones del puerto, especialmente la adecuación de las zonas contiguas al nuevo centro de ocio y del muelle Mínguez.
El alcalde, Eduardo Dolón, que no ha dado detalles de cuál ha sido el error que obliga a licitar las obras de nuevo, le ha querido quitar hierro al asunto. En este sentido, ha confesado que, aunque se hubiera adjudicado ahora, no tenían intención de empezar este verano las obras del dique de Levante precisamente para evitar tener el paseo parcialmente cerrado en temporada alta, justo cuando más turistas frecuentan esta infraestructura. Todo y que al principio sí se barajó empezar por las zonas que pudieran ser menos molestas.
El alcalde ya hizo público durante la última visita de obra al nuevo centro de ocio que se estaba valorando el recurso de una de las empresas invitadas a la licitación. También explicó que el puente de comunicación entre el centro de ocio y el paseo voladizo del dique de Levante tendría que cambiar su fisionomía. Antes se planteaba una plataforma recta (e incluso levadiza) y ahora deberá hacer una parábola para ganar gálibo y permitir el tránsito por debajo de camiones de gran tonelaje.
La licitación que ahora debe tumbarse, de hecho, solo contemplaba actuar en el paseo en el tramo comprendido entre la Lonja de Pescadores y el faro. El nuevo puente de conexión con el centro de ocio, más próximo al paseo Juan Aparicio, necesitará por su lado un nuevo permiso de Puertos y un proyecto de obras y proceso de licitación independiente.
El primer paso que dio el equipo de gobierno al inicio de la presente legislatura fue conseguir ese permiso de Puertos que tanto se le resistió con el anterior Consell del Botánico. Sin embargo, no fue hasta el pasado noviembre que la Junta de Gobierno aprobó el expediente de contratación de las obras de repavimentación y reparación del dique de Levante. 1,2 kilómetros que, 24 años después de su construcción en 1999, afrontan todavía el reto de mutar a un aspecto más moderno y, sobre todo, perdurable en el tiempo.
El presupuesto base de licitación de las obras daba buena prueba de la envergadura del proyecto. En estos años de espera -la obra ha sido anunciada en multitud de ocasiones-, el precio de la intervención ha ascendido hasta los 8.463.183,22 euros, de los cuales 895.000 euros vienen de fondos europeos, que financian solo la modernización de las luminarias. El plazo de ejecución, según anunció entonces el Ayuntamiento, era de nueve meses a contar desde la fecha de notificación del acuerdo de adjudicación.
La adjudicación de los trabajos se iba a realizar a través del Lote 12 del Acuerdo Marco, una bolsa preseleccionada de empresas en la que figuran hasta cuatro mercantiles inscritas, todas ellas dedicadas a obras de edificación y de urbanización. En este sentido, se cursó invitación a la UTE Serrano Aznar-Eiffage-Los Serranos, a la UTE Orthem-Abala, Pavasal y Grupo Bertolín.
La financiación de los trabajos, en otro orden de cosas, estaba ya garantizada gracias al préstamo que el Consistorio acaba de suscribir con el Banco Sabadell por valor de 19 millones. El dique de Levante era precisamente el proyecto que mayor parte de llevaba del dinero de ese crédito.
Empiezan las obras de la nueva rotonda
El anuncio, hecho por el primer edil durante una entrevista a Torrevieja Radio, ha coincidido este lunes con el inicio de las obras de la nueva rotonda de acceso al parking subterráneo del puerto, cuya apertura está prevista para este junio. En este sentido, ha explicado que estas primeras jornadas se han hecho mediciones sobre el terreno y se ha empezado a acopiar material.
Sobre el aspecto más delicado, el necesario traslado de las casetas de los hippies que se ubican frente al edificio de la Aduana, el alcalde dice que esperaban que se vieran afectadas una veintena. «Aunque podrían ser menos», ha matizado.
Tras reunirse con los empresarios del tradicional mercadillo, ha explicado Dolón, su principal preocupación es cuánto tiempo estarán de brazos cruzados. En este sentido, el regidor quiso tranquilizar a los comerciantes y manifestó que lo primero que harán será preparar el terreno a donde deberán desplazarse, a espaldas del resto de sus compañeros. El traslado, ha calculado, espera que no dure más de dos semanas.