Desenterrar y poner en valor el muelle más antiguo del puerto de Torrevieja costará 1,6 millones
El proyecto contempla que el muelle Mínguez vuelva a estar rodeado de agua y que de su entorno parta una rampa de conexión con el nuevo centro de ocio
El Ayuntamiento de Torrevieja ya tiene sobre la mesa el proyecto que resucitará el muelle Mínguez, el más antiguo muelle comercial con el que contó el puerto de la ciudad. La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes el proyecto redactado y la dirección de obras. El trabajo ha sido realizado por la Ipydo-Laquant, los dos estudios que tienen adjudicada la redacción de las obras de urbanización del puerto de Torrevieja y zonas adyacentes, dentro de las cuales se incluye este proyecto de recuperación del también conocido como muelle del Turbio. Según el documento entregado al Consistorio, el presupuesto base de licitación de los trabajos asciende a 1.618.767 euros (IVA incluido), siendo el plazo de ejecución de las obras de tres meses.
El objeto de estas obras es recuperar el muelle Mínguez en su parte este, la cual actualmente se encuentra soterrada y ocupada por la zona portuaria. Para ello se ha diseñado una variación del borde actual del puerto, variando su cantil de modo que se creará una lámina de agua que se introduce en la explanada portuaria. De esta manera, se podrá apreciar la mayor parte de la silueta del muelle, del cual, según indica el estudio arqueológico, únicamente se ha perdido el arranque, junto al histórico bar La Marina.
En esa lámina que se volverá abrir al paso del agua para devolver al muelle su aspecto original, se ubicarán las pilas que sustentan la rampa de acceso al centro de ocio que se está construyendo. Una pasarela en voladizo cuyo trazado no afecta a los restos del muelle consiguiendo integrar esta actuación con el proyecto de la nueva zona de ocio.
Asimismo, todo el conjunto tampoco entra en conflicto con el trazado del nuevo colector de pluviales que construye en estos momentos Agamed y que acabará con las inundaciones en Rambla Juan Mateo. De hecho, las tuberías desembocan en la misma dársena pesquera, en un espacio situado entre el muelle Mínguez y el nuevo centro de ocio.
Único en su especie
El alcalde, Eduardo Dolón, señaló en noviembre del año pasado que la intención del Ayuntamiento fue en todo momento poner en valor este elemento histórico de la ciudad y que pueda ser visitado para darlo a conocer. El muelle Mínguez es una obra singular, inexistente en otros emplazamientos en España. Según el comité asesor que investiga, de la mano del Ayuntamiento, el conjunto histórico de las Eras de la Sal, el muelle del Turbio podría considerarse el muelle comercial más antiguo que se conserva en España, más incluso que el de Portugalete o el de Gamazo, en Santander.
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En la bahía de Torrevieja, el denominado Muelle Mínguez fue el único muelle comercial existente desde la década de 1870 hasta la de 1950. Permitió la carga y descarga de mercancías, sobre todo de pesca y productos de huerta de la Vega Baja. Cierto es que existían los dos muelles de las Eras de la Sal, que el Estado había construido: el de poniente primero construido a partir de 1777 y el de levante entre 1835 y 1841. Sobre este último se construyó el caballete que estuvo en funcionamiento desde 1898 hasta 1958. Pero en los muelles de las Eras de la Sal solo se cargaba el mineral procedente de la laguna. Hasta que se construyó el Muelle Mínguez, las embarcaciones se cargaban y descargaban varándose en la playa entre la punta Cornuda (donde actualmente se encuentra el monumento al Hombre del Mar) y las Eras.
El nombre del muelle, por otra parte, hace alusión a Antonio Mínguez. Empresario, fue uno de los personajes de Torrevieja con mayor influencia entre el siglo XIX y el XX. Fue alcalde de la ciudad en distintos momentos y el promotor de esta infraestructura portuaria. Desde su construcción, todas las operaciones de carga y descarga que no fueran de sal, se debían hacer en ese muelle.
La desaparición funcional -que no física- del Muelle Mínguez se produce en la década de 1950, cuando se construye la actual dársena pesquera que aún hoy existe y sobre la que hoy se construye el nuevo centro de ocio. En marzo de 1957, se desplazaron a Torrevieja varios ingenieros para examinar sobre el terreno lo que iba a ser el nuevo puerto pesquero. Durante 1958, las obras de relleno de la antigua playa del puerto fueron a buen ritmo hasta que, al año siguiente, el muelle Mínguez quedó embebido en la primera alineación del muelle pesquero.
A mediados la década de 1960, se construyeron la Lonja y otras construcciones auxiliares para la pesca. Todas ellas derruidas ahora para acoger el nuevo centro de ocio. Así, durante décadas, solo se ha podido ver la cara de poniente del muelle Mínguez, quedando a la vista los sillares, una rampa, una escalera y algunos noráis. Elementos todos ellos de muy bella factura que, sin embargo, se vieron de nuevo recientemente afectados por un nuevo relleno en ese punto para la construcción de un parking para los socios del Real Club Náutico.
Enterrado de nuevo
En la actualidad, el muelle no está a la vista. Los arqueólogos y el Ayuntamiento decidieron enterrarlo de nuevo tras concluir su estudio arqueológico y con el fin de evitar su desgaste y prevenir posibles actos vandálicos. Amén de no entorpecer la actividad del 'tabarquero', el barco que tradicionalmente traslada a los turistas en verano a la famosa isla enclavada frente al cabo de Santa Pola y que amarra en ese mismo espacio.
El muelle Mínguez, destaca el Consistorio, constituye un bien histórico y patrimonial de indudable valor que se ha preservado casi al completo bajo tierro al quedar embebido en la infraestructura portuaria construida posteriormente en Torrevieja. Incluido en el Catálogo del Plan General de Torrevieja como Elemento Monumental Histórico- Artístico tendrá ahora una segunda vida como un atractivo más que visitar para los turistas que acudan a conocer el resultado de las obras en el puerto de Torrevieja.
