Asaja critica la ubicación de la planta solar de la desaladora de Torrevieja
La organización rechaza la propuesta del Ministerio de destinar suelo de «enorme valor» agrícola para la instalación
Las propuestas para ubicar la planta fotovoltaica con la que suministrar energía a la desaladora de Torrevieja sigue generando descontentos. Ya lo hizo con la primera sugerencia con el proyecto incial de 200 hectáreas en un espacio concentrado en San Miguel de Salinas. Ahora, las ubicaciones sugeridas desde el Ministerio de Transición Ecológica tampoco quedan exentas de críticas. Una de las más beligerantes es la de Asaja Alicante, que carga contra el Gobierno al alertar de «incumplir la ley» con las nuevas ubicaciones.
La anterior propuesta, ubicada en San Miguel de Salinas, pretendía abarcar numerosas pequeñas parcelas contiguas para formar un único espacio. Esto afectaba a muchos agricultores, circunstancia que hizo movilizar a los vecinos de San Miguel de Salinas. Se trasladaron hasta la Subdelegación del Gobierno en Alicante para mostrar su rechazo. También se posicionó en contra la asociación agrícola Asaja. Después se tramitó como alternativa la compra de un parque solar implantado por iniciativa privada. Finalmente, esa también se descartó, y la propuesta que hay sobre la mesa es la de diseminar la planta fotovoltaica en ocho parcelas. Asaja señala que esos emplazamientos elegidos, que se reparten entre el término municipal de Los Montesinos, San Miguel de Salinas, Orihuela y Almoradí, «vulneran fincas agrícolas protegidas». En este caso, los afectados son muy diferentes que en la propuesta inicial. Mientras que en esa primera eran muchos pequeños agricultores, ahora son pocas muy grandes empresas afectadas.
La alternativa consiste en diseminar el complejo en ocho parcelas en terrenos pertenecientes a cuatro municipios
El presidente de Asaja Alicante, José Vicente Andreu, se muestra partidario de la energía solar, pero añade como condicionante el no uso de «suelo que es tan bueno desde el punto de vista agrícola». Ante esto, Andreu considera que «lejos de solventar el problema, lo que hace el Gobierno central es moverlo a otra parte ocupando suelos de alta capacidad productiva, como planteaba el plan inicial». Se ampara, según argumenta en que estas fincas de regadío están declaradas de interés nacional por la Ley 52/1980, de 16 de octubre, de Regulación del Régimen Económico de la explotación del acueducto Tajo-Segura. De este modo enfatiza que este suelo, el propuesto, «debe estar protegido de este tipo de instalaciones».
Parcelas de secano
De forma paralela, desde la asociación agrícola proponen emplear suelos de secano que no cuenten con protección ambiental según la normativa europea. Asegura que en el entorno hay disponible terreno con estas características. Amparándose en esta circunstancia, Andreu señala que de ejecutarse la implantación de esta planta solar en estas ubicaciones «constituiría un delito ambiental». Y eso a su vez, añade, sería el argumento para no conectar la desaladora de Torrevieja con los canales del trasvase.
Mientras tanto, de forma paralela, el Ministerio y la Confederación Hidrográfica del Segura llevan trabajando un tiempo en el diseño una nueva planta desaladora en Torrevieja, y en Águilas. Así lo confirmaron hace unas semanas, añadiendo que antes del verano sacarán los anteproyectos.