En tiempos de bulos y de incertidumbres, como estos, para estar informado nada más fiable y consistente que un periódico. En tiempos de urgencias, como ... los que vivimos, a la hora de saber lo que pasa nada más fidedigno que un periódico. Y en tiempos de anonimatos, fomentados por las redes sociales, para conocer la verdad nada más certero que la confianza que garantiza la cabecera de un periódico.
Por eso, cuando más amenazados parecen que están el periodismo, los periódicos y los periodistas, más periodismo, más periódicos y más periodistas. Periodismo y verdad. Periódicos y verdad. Periodistas y verdad. Y cuanto más se empeñan los poderes políticos y económicos en querer ocultarla, más afianzan la razón de ser del periodismo: transmitir al lector la verdad de lo que pasa. Y nada más que la verdad.
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