Borrar

Vacúnate por mí

Viernes, 19 de febrero 2021, 02:14

Estimado sanitario:

Llevas 10 meses conviviendo con un microorganismo nuevo, un germen que como decía la escritora y periodista Berna González, nos trastocó la vida ... de golpe. Nos ha hecho enfrentarnos, repetir y sentir, de sopetón y a diario, sin anestesia, una palabra a la que la mayoría de mortales no estamos acostumbrados a pronunciar, al menos, felizmente: pérdida. Y en esto estamos perdiendo y, además, continuamente. Durante meses, al llegar a casa dando un portazo iracundo, has sido consciente de cuánto dejabas atrás; has perdido abrazos de tus seres queridos, de tus amigos… en esos días que llegabas tan roto y abatido sólo te daban ganas de llorar. Has visto días de primavera pasar de largo, perderse desde tu balcón ( y te hacían tanta falta….). Has perdido a compañeros sin poder decirles siquiera lo mucho que los admirabas; sencillamente, al día siguiente faltaba alguien en tu turno y sé que todavía lo estás esperando... Has visto a tu paciente anciana de toda una vida perder la cercanía a tu mesa; cuántas veces le repetías: «Por favor, tiene que estar a dos metros» y ella sigilosa, se acercaba inconscientemente, intentando perder, con disimulo, algún centímetro de esa lejanía imponente a estas alturas de su vida. También has visto la pérdida en ojos ajenos: has visto marchar todo ápice de esperanza, fugarse entre lágrimas de hijos y nietos, envueltos en trajes de astronauta para decir un último adiós. Tu sonrisa vigorosa, también, te la arrebataron hace ya un tiempo, perdida detrás de una mascarilla, o de dos a la vez; mientras tus ojos, cansados y apagados, con falta de sueño, siguen luchando por no caer en el desánimo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Vacúnate por mí