Sobre los bancos urbanos recientes de Murcia
Colocan bancos de sentar para que la gente no se siente... El mundo al revés. Y todo por falta de educación y respeto a nuestros enseres
Este artículo ha surgido como consecuencia de la colocación, en los últimos tiempos, de bancos de madera en calles y plazas céntricas de la ciudad ... de Murcia. Se analizan los de las más importantes y se pone de manifiesto que padecen algunas deficiencias, a mi juicio, observadas como usuario.
Los bancos ofrecen la posibilidad de sentarse en ellos para descansar, esperar, contemplar, leer, escuchar música, encontrarnos con otras personas y con nosotros mismos y para conversar o para manifestar sus sentimientos las parejas de enamorados; de ahí la importancia de que sean considerados, respetados y bien utilizados. Respecto a este último punto hay que decir que estos inmuebles son para sentarse, pero no para acostarse, como hacen algunos indigentes.
También su colocación en las calles y plazas no siempre es la adecuada. Por ejemplo, en la Avda. Primo de Rivera han puesto un banco, justo frente a un portal, a 2,80 m de distancia de este, y mirando a la pared y no a la calzada. Con tan escasa distancia que existe entre casa y banco, el paisaje que observa el que se sienta en él se puede definir como antiestético. Por otro lado, los vecinos están muy molestos porque son observados continuamente (falta de privacidad) cada vez que entran o salen del edificio.
Viendo que la mayoría de los bancos recientes están mal construidos, ¿hay una intencionalidad?
Respecto a que existe un vandalismo en muchas ciudades, hay factores que contribuyen a que este se produzca, como es que los bancos se colocan en intervalos regulares a lo largo de una calle (38,5 m, en Primo de Rivera) y puede ocurrir que algunos queden ubicados en zonas aisladas más vulnerables, sin edificaciones próximas. Para evitar este tipo de errores Elías (2018) se pregunta: ¿Dónde deben estar situados? En Murcia algunos de los bancos se ubican, por ejemplo, a pleno sol y ya sabemos que aquí la sombra es parte del sustento vital; deberían colocarse bajo árboles frondosos.
En el norte de Italia algunos alcaldes están eliminando los bancos públicos, pues los vecinos moradores próximos reclaman silencio, ya que en los bancos se reúnen grupos que charlan, beben, cantan e incluso se pelean. Ciudades como Treviso, Trieste, Padua y Parma han retirado sus bancos urbanos.
Los bancos de Primo de Rivera tienen, en mi opinión, dos deficiencias (además de mirar a la pared) que hacen que la permanencia de sus visitantes sea breve, por el dolor de espalda que provocan: una, la casi verticalidad de sus respaldos (95º, lejos de los 105º recomendables, anatómicamente) y la otra, que han puesto una tabla, estrecha y alargada, con sección casi cuadrada, en la parte superior e interior del respaldo (4 cm de ancho por 5 cm de alto, y nos referiremos a ella en adelante como 'barra molesta'), que clava una de sus aristas en la parte superior lumbar de las personas.
En la Plaza Circular y en la Avda. de la Constitución los bancos son los mismos que hemos descrito para la Avda. Primo de Rivera, con el mismo criterio de distribución y sus mismos defectos.
En la Avda. de Alfonso X el Sabio hay dos tipos de bancos:
a) El más abundante es uno con respaldo de 100º, constituido por dos tablas anchas unidas pero sin 'barra molesta', con lo cual no aparecen los dolores de espalda; pero en cambio, este tipo de banco es muy caro, pues el asiento está constituido, en vez de por una o dos tablas horizontales, como sería lo lógico, por 18 tablas verticales de 1,3 cm de espesor, anastomosadas unas a otras. Naturalmente esto es un grave dispendio económico, sin utilidad ni belleza añadidas.
b) Presenta la misma estructura que el banco anterior, pero sin respaldo. También el viandante que busca reposo y recuperación al sentarse en él, huye pronto sin haberlo conseguido.
Por último, en Ronda de Levante curiosamente no existen bancos; sólo frente a la parada del tranvía, hay unos bancos antiguos negros, metálicos, que están bien construidos, con ángulo teórico del respaldo 105º y asiento y respaldo de una sola pieza, sin 'barras molestas'. Podrían haberse fijado en ellos a la hora de diseñar los nuevos, que son potros de tortura.
Después de ver que la mayoría de los bancos recientes están construidos defectuosamente, podríamos pensar que existe una intencionalidad para que esto sea así. Se entiende, por tanto, que José Elías Bonells (2018) se preguntara: «¿Por qué las ciudades están llenas de bancos incómodos?». La respuesta que daba era «porque están destinados a impedir que la gente siga durmiendo en las calles... se trata de un diseño disuasorio defensivo con planificación hostil distópica». O sea, que colocan bancos de sentar para que la gente no se siente... El mundo al revés. Y todo por falta de educación y respeto a nuestros enseres.
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