Es tiempo de unidad y el momento es ahora
Ojalá fuese suficiente la firma de pactos mediáticos entre gobiernos, patronales y sindicatos para afrontar con éxito la difícil salida de la crisis. Es obvio que son decisiones necesarias y que cuentan con una acogida favorable de la opinión pública, pero, lamentablemente, no bastan para afrontar con garantías nuestros retos presentes y futuros. La reciente foto del presidente, Pedro Sánchez, con Antonio Garamendi y los dirigentes nacionales de los principales sindicatos es una buena noticia, como lo fue también la de Fernando López Miras con José María Albarracín y los dirigentes sindicales regionales hace unas pocas semanas. A nuestro entender, en Madrid faltó, al menos, la presencia del PP; en Murcia, al menos, la del PSOE. Me centraré en nuestra región, ya que es el ámbito de nuestras responsabilidades y preocupaciones inmediatas y, sobre todo, porque creemos que nuestra Comunidad podría salir seriamente perjudicada, si persistiera su desencuentro con el Gobierno de la nación.
¿De qué nos servirá el Pacto regional para el diálogo social para la reactivación económica y social de la Región de Murcia ante la pandemia de la Covid-19 firmado el pasado mes de mayo, si falta la administración que gestiona la mayor parte de los presupuestos para la recuperación económica y social? ¿Qué viabilidad real tendrá el reciente Plan Reactiva 2020 en el que han tenido cabida nada menos que 164 organizaciones y asociaciones de todos los ámbitos de la sociedad, pero donde tampoco figuran los partidos imprescindibles para hacer posible su financiación y desarrollo? ¿De dónde saldrán los 737 millones de euros presupuestados? ¿Cómo podrá acceder nuestra Comunidad a nueva deuda pública, si la administración del Estado no se lo autoriza? ¿Podremos acceder en las mejores condiciones a los cuantiosos fondos europeos que han de ser tramitados por el Gobierno de la nación? ¿Podremos financiar, como se merecen, nuestros grandes proyectos medioambientales, de digitalización de nuestra economía, de formación de desempleados y otros, vinculados a las grandes líneas prioritarias de la Unión Europea?
La impresión que se nos trasladó, después de la tramitación de los Presupuestos y del Debate sobre el Estado de la Región, es que prevalecieron los intereses particulares de los partidos frente a los generales de la Región. Parece que incomprensibles razones, ajenas a nuestros verdaderos intereses colectivos, están dificultando que una región tan endeudada y con recursos tan limitados como la nuestra pueda aspirar a mantener una relación fluida y correcta con la administración central, basada en la mutua lealtad institucional. Somos muchos los que seguimos sorprendidos de que Murcia sea, junto a Cataluña, la comunidad autónoma con más enfrentamientos abiertos con el Gobierno de la nación; sobre todo, teniendo en cuenta que, en nuestro caso, las consecuencias de dichos enfrentamientos, al contrario de lo que sucede con Cataluña, arrojan un balance negativo para nosotros.
No podemos tolerar por más tiempo conflictos, artificialmente creados, que nos puedan perjudicar gravemente en un momento tan crítico. El CES nos ha advertido esta semana que nuestra economía «afronta la que puede ser la crisis económica más grave conocida por las generaciones posteriores a la guerra civil». No estamos para divisiones, ni enfrentamientos. Es tiempo de diálogo y consenso, como el logrado en la constitución de la Comisión Especial de Reactivación Económica y Social de la Asamblea Regional. Dicha Comisión podría ser el lugar para concretar definitivamente los acuerdos que hasta ahora ha sido imposible lograr. Pero seis meses son demasiados para llegar a tiempo a citas importantes como la distribución de los fondos europeos que se debaten en el Consejo Europeo de este fin de semana. El acuerdo que la Región necesita tiene que concretarse en un plazo muy breve.
La lectura de los más importantes documentos presentados a la opinión pública por los principales partidos manifiesta muchas coincidencias, tanto en su denominación ('propuestas abiertas de pacto para la reactivación social de la Región') como en aspectos fundamentales de sus contenidos. No hay razones de fondo que justifiquen por más tiempo que no se firme ese gran acuerdo regional que culmine el buen camino iniciado e impulsado por nuestros representantes empresariales, sindicales y sociales, junto con la administración regional.
El Círculo de Economía, como parte de la sociedad civil de nuestra Región, se suma a quienes apoyan este necesario y urgente pacto consciente de que, en este momento, la única prioridad es la de mantener la salud y la calidad de vida de nuestros ciudadanos. El único protagonismo moralmente aceptable es el de una ciudadanía seriamente amenazada por la crisis y en espera de soluciones, y los únicos intereses legítimos son los colectivos de nuestra Comunidad. Sabemos que acuerdos difíciles son posibles; nos lo acaban de demostrar en la Asamblea Regional. A pesar de que hubiera sido deseable alcanzar un consenso con los sectores más afectados por el Proyecto de Ley de Protección Integral del Mar Menor, es una magnífica noticia el hecho de que se hayan puesto de acuerdo PP, PSOE y Ciudadanos en una propuesta conjunta de enmiendas en un asunto tan delicado e importante. Este pacto resulta ejemplar y esperanzador. No hay otro camino que el de la unidad y el momento es ahora.