Réplicas inmorales

Que yo sepa, el Sr. Ruiz no es artista. Desconozco entonces por qué habla en primera persona, deduzco que habla en nombre de alguien, o es de nuevo el afán de protagonismo. En cualquier caso, creo que este colectivo no necesita que nadie le pontifique (ya que habla en nombre de «todos»). Después, lo de «más allá del proyecto que debíamos hacer para recibir estas ayudas, había...». Lo que había Sr. Ruiz era una baremación por proyecto presentado, no había un más allá. Había que baremar el proyecto en base a su calidad y aplicar este baremo a los méritos presentados y exigidos en la convocatoria. Eso es lo único que había... quizá había algún acuerdo tácito que desconozco, Sr. Ruiz, ya no me queda muy claro a qué llama «fin asistencial», deduzco que se refiere a paliar las enormes necesidades que el sector atraviesa en estos momentos, con una paralización de actividad y cancelación de proyectos suscritos con entidades públicas y privadas. Hay una necesidad real de subsanar esta parálisis y cancelaciones en los que se ven inmersos los artistas debido a la Covid-19, y ese es el fin real de estas ayudas.

La CARM, en las bases de estas ayudas, tiene en cuenta, con una valoración concreta, la situación actual del artista que deberá acreditar documentalmente. Esta valoración incluye una suma adicional de puntos si la situación del artista es comparativamente más precaria entre unos y otros, por circunstancias de cotización, cancelación, etc. Para, finalmente, determinar una puntuación que se traduce en cuantía económica asignada a cada artista.

Las bases se pueden consultar.

Entiendo que el Sr. Ruiz afirma que un artista con 30 años de trabajo profesional en activo, por el hecho de ser profesor universitario, no debe acogerse moralmente a estas ayudas para subsanar sus cancelaciones y la parálisis de su actividad artística. Eso, Sr. Ruiz, de producirse, tiene un nombre: nepotismo.

Su proceso de reduccionismo populista no tiene en cuenta que en la casa de los artistas que además son profesores universitarios, como en todas las casas, está instalada la vulnerabilidad, existen los ERTE y muchas otras cosas que no están sometidas a baremo en la solicitud.

A mi modo de ver, lo que afirma en ese párrafo del artículo es excluyente, reaccionario e injusto. Nada nuevo en su trayectoria. El populismo perverso que esgrime y en el que está pertrechado es un instrumento camuflado para criminalizar al adversario y verter su odio y venganza. En definitiva, no nos engañemos, hace aflorar su propio fracaso. Usted hace años que está aferrado a éticas de blandiblú que consecuentemente generan argumentos endebles, insostenibles y ridículos, como este que propone en su párrafo.

Yo no le voy a sentenciar, ni insultar como usted ha hecho, Sr. Ruiz. Ni tengo rebaño, ni lo quiero. Hace décadas que usted para mí carece de credibilidad, pero nunca he dogmatizado al respecto.

Por último, en un ejercicio de alta moral y transparencia de la que parece presumir, le pido que nos explique, clara y concisamente, de qué manera desarrolla una actividad privada como director de una galería y las interferencias y conflictos morales y no morales que se generan con la actividad que desarrolla como comisario de exposiciones para la Comunidad Autónoma de Murcia. Nos indique las convocatorias públicas en concurrencia competitiva a las que se ha acogido a tal efecto y nos muestre las actas de concesión. No obstante, reconozco y respeto el derecho y la potestad que tiene el ente público a contratar encargos institucionales previstos en la ley general de subvenciones.

Pero, ya puestos en este esplendor fraternal, quizá, Sr. Ruiz, nos pueda facilitar el 'salvoconducto moral' que le permite presentarse a los Reactivos Culturales del Ayuntamiento de Murcia. Todo ello, percibiendo un jugoso sueldo por las mencionadas actividades anteriores. Además, la propuesta que presentó a los citados Reactivos Culturales aparece en la Fundación Contemporánea (https://fundacioncontemporanea.com/wpcontent/uploads/2021/02/Observatorio_de_la_Cultura_Lo_mejor_de_la_Cultura_2020.pdf) en su celebrado Observatorio de la Cultura, cuyo informe anual del año 2020, le concede el puesto 10. Hasta aquí, todo el respeto al estudio, salvo por un pequeño detalle, que el citado museo no existe y, por tanto, no presenta actividad alguna. Lo que existe es una serie de exposiciones realizadas bajo ese nombre. Permítame que me 'parta la caja' un rato.

Sinceramente, Sr. Ruiz, los inmorales le agradeceremos enormemente que no nos imparta su bendición.