Rectificar, la única alternativa

Hace dos semanas que los escolares de la Región comenzaron el curso y sigue habiendo un sinfín de cuestiones sin resolver. Los continuos bandazos de la consejera de Educación están generando desasosiego y una tremenda frustración en toda la comunidad educativa, que se siente pasto de la improvisación y de la incompetente gestión del Gobierno de López Miras.

De ahí, las continuas protestas que en el sector educativo se desencadenan a diario desde hace más de un mes. Convocatoria de huelga, concentraciones, comunicados, cartas a la Consejería y denuncias públicas que dejan en evidencia el profundo malestar de alumnos, familias y docentes por las desacertadas y unilaterales decisiones adoptadas por el presidente regional y su séquito.

Y es que Murcia es la única comunidad autónoma de nuestro país que ha decidido establecer la semipresencialidad en todas las etapas educativas. La única, por tanto, que excluye de las aulas a miles de alumnos, dejando en casa cada día al 20% de los estudiantes hasta segundo de ESO y al 50% en los cursos y etapas posteriores. Somos la única Región que ha decidido no invertir los 73,8 millones que el Gobierno de España nos ha transferido en lo verdaderamente importante: la contratación extra de docentes a tiempo completo y para todo el curso que permitan alcanzar una reducción real de las ratios, desdoblando aulas y habilitando espacios dentro y fuera de los centros. Y así nos va.

Desde el PSOE llevamos meses con la mano tendida a López Miras para garantizar una vuelta segura a las aulas, pero en San Esteban nadie recoge el guante. Por eso, exigimos que rectifiquen y que dejen de castigar al alumnado de la Región y a sus familias. Deben abandonar ya la idea de sustituir la Educación por servicios de conciliación, que ni cuentan con el aval sanitario para su apertura ni con el informe epidemiológico que certifique su seguridad. La escuela debe acoger a todo el alumnado y debe hacerlo con todas las garantías sanitarias y educativas para que nadie se quede atrás. Lo demás, son ocurrencias sin fundamento, cuyas consecuencias pagarán los de siempre, los más vulnerables.

Esta crisis está dejando en evidencia, más aún, las vergüenzas de este Gobierno de coalición. Sus disputas internas, sus luchas de poder, su descoordinación, su falta de previsión y su incuestionable incapacidad de gestión. Somos el territorio que peor ha afrontado la vuelta a las aulas. El que menos y peor está invirtiendo. Y, por supuesto, el que menos apoyo de la comunidad educativa ha recibido, todo por la prepotencia de que ha hecho gala a la hora de tomar las decisiones.

López Miras tiene un suspenso mayúsculo en la planificación del curso. Pero no está todo perdido. Si admite sus errores y los enmienda, puede recuperar la materia. Está en su mano, como el futuro educativo de nuestra Región.