Poner a la Región de Murcia en el centro del mapa

Este clímax de revolución sanitaria no es ajeno cuando viajas fuera de nuestras fronteras cargado de ideas y proyectos que tienen como objetivo poner a nuestra Región en una posición de liderazgo y con objetivos claros de futuro. Uno de estos objetivos con los que acudí al antes mencionado país escandinavo no era otro que el de defender la candidatura de la ciudad de Murcia como sede para albergar una cumbre sanitaria europea el próximo año.

Tras departir con algunas autoridades, entre las que destacaron el embajador de España en Noruega, representantes sanitarias del país y diferentes compañeros de profesión europeos, se me vino a la cabeza una pregunta: ¿es Murcia una auténtica desconocida? Mi reflexión personal es que no. Y aunque durante meses ha sido una Región protagonista por sucesos variopintos y movimientos políticos que distan del sentir de los valores de la Región, la situación se encuentra en un punto de inflexión que debemos aprovechar.

Nuestra Región debe conocerse por ser un punto clave en el mapa sanitario, por ser un lugar donde se apuesta por sus profesionales y por sus mentes más brillantes. Debemos apostar por ser una región donde se hace todo lo posible por retener a sus médicos y evitar que cientos de compañeros tengan que emigrar a otros países que les ofrecen mejores salidas profesionales o laborales. Todo esto es así porque los ciudadanos de la Región de Murcia, los usuarios de su sistema sanitario, merecen la mejor de las asistencias.

Tras las últimas negociaciones, culminadas en la firma del acuerdo para la mejora de la asistencia sanitaria en la Región de Murcia el pasado mes de noviembre, nuestra Comunidad se ha posicionado en un punto de partida que puede iniciar un cambio de tendencia. Una tendencia que ponga en una altura de miras el ejercicio de la profesión médica y la asistencia sanitaria de vanguardia. Esto, lejos de convertirse en una crítica al privilegiado, debe servirnos para defender que así continúe y que, cuando viajemos a otras comunidades autónomas o a países extranjeros, podamos sentir el orgullo de una región que cuida a sus médicos. Una tierra con unos médicos unidos para defender sus derechos y los de sus pacientes, y con organizaciones profesionales y sindicales que velan, pelean y negocian por ellos de la manera más eficaz posible. Este logro tampoco debe conformarnos, sino servirnos como gasolina para seguir trabajando de la mano de las autoridades sanitarias para seguir construyendo la sanidad que nos merecemos.

En los últimos meses, desde la Organización Médica Colegial de España y su Vocalía de Médicos Jóvenes, se ha estado trabajando para que España sea la sede de varias asambleas internacionales durante el escenario que coincidirá con la presidencia rotatoria de la Unión Europea en España. Un momento oportunamente único en el que mirar a Europa y apostar por trabajar en los futuros retos en el ámbito sanitario se hace más necesario que nunca.

El empeño de algunos ciudadanos convencidos, como el servidor que escribe estas líneas, es que la Región sea siempre reconocida internacionalmente por cuidar a sus médicos y por ser epicentro de movimientos que afronten esos retos de futuro.

Es tiempo de que permanezcamos unidos para que la Región se mantenga en el centro de las políticas nacionales e internacionales. Es el momento de que la Región de Murcia muestre la valía que tiene, sin complejos y con orgullo para mostrar su presencia en el mapa. El mapa del progreso, de la Sanidad con mayúsculas y la de una tierra llena de gente generosa, cercana y comprometida con la tierra y con los valores que nacen de ella.