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Apuntes desde la Bastilla

Irene Montero, estación Termini

Llega a su destino final en el momento en el que todos juran no haberla conocido, no haber formado parte de esta fiesta macabra

Domingo, 11 de junio 2023, 07:32

No son gratas las despedidas, y en julio abundan, sobre todo en tiempo electoral. Más que abundar, el mes estival se ensaña con aquellos que ... lo han sido todo durante estos cuatro años y ahora no les queda ni un reflejo de dignidad. Que se lo digan a Irene Montero, la madre de todas las revoluciones, la mujer que ha agitado la sociedad española durante esta legislatura, a medio camino entre el terror revolucionario y la chapuza legislativa, más cerca de María Antonieta que de la turba de la Bastilla. Se acerca su tren a la estación Termini, al hangar de los adioses, de la irrelevancia política, el lugar del que, tal vez, nunca debió salir. Llega a su destino final en el momento en el que todos juran no haberla conocido, no haber formado parte de esta fiesta macabra que deja como símbolo de su gestión más de mil violadores beneficiados. Se acaba Irene Montero, habiendo abierto una herida difícil de cerrar en la sociedad española. Y con ella, se extingue un partido, Podemos, que prometió asaltar los cielos y que en cuanto ha pisado moqueta se ha transformado en la caricatura de lo que ellos mismos prometían combatir.

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