Una 'brújula' para la competitividad
El Gobierno ha creado el Consejo de la Productividad, como parte de una estrategia más amplia para fomentar un crecimiento sostenible y competitivo
A nivel global, es evidente que las economías desarrolladas están cada vez más polarizadas y sometidas a una constante inestabilidad geopolítica. Ante esta compleja realidad, ... la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una estrategia para frenar el declive económico de Europa frente a otras potencias mundiales, como EE UU y China, cuyas economías han mostrado un comportamiento más vigoroso durante las últimas décadas. Como parte de esta estrategia, encargó la elaboración del conocido Informe Draghi, un documento centrado en el futuro de la competitividad europea, que propone actuar en torno a tres áreas clave: reducir la brecha de innovación con Estados Unidos y China; impulsar un plan conjunto de descarbonización y competitividad; y fortalecer la seguridad económica reduciendo la dependencia de terceros países.
La competitividad es un concepto fundamental e indiscutible asociado al desarrollo económico de los territorios. En términos generales, mide la capacidad de un territorio para resultar atractivo tanto para las personas, debido a sus niveles de bienestar social, como para las empresas, al ofrecer un entorno favorable para la inversión. Por lo tanto, la competitividad se consolida como un elemento clave que fomenta la productividad y mejora la calidad de vida de la población.
El Informe sobre la productividad del trabajo, publicado recientemente por el Consejo General de Economistas, revela que el incremento de la productividad en España apenas ha alcanzado un promedio anual del 0,4% en la última década, situándose como el quinto país de la UE-27 con menor aumento en la productividad real. En consecuencia, la productividad española en relación con el promedio europeo ha empeorado, y solo cuatro regiones presentan valores iguales o superiores a la media comunitaria. Otro informe, que analiza la competitividad de las comunidades autónomas, indica que únicamente tres regiones alcanzan un nivel competitivo alto: Madrid, de manera destacada, seguida del País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra. Por su parte, la Región de Murcia muestra una evolución favorable; sin embargo, pese a este avance, se mantiene en el grupo de competitividad considerado 'bajo'.
Ambos informes ponen el foco en las significativas brechas existentes entre los territorios y sus consecuencias, como el aumento de las desigualdades regionales. En este sentido, las comunidades que no logren avanzar en términos de competitividad corren el riesgo de quedarse rezagadas, lo que podría acentuar las disparidades en renta, en el acceso a servicios públicos, en las oportunidades de desarrollo y en la calidad de vida.
En este contexto, y siguiendo la recomendación del Consejo de la Unión Europea, el Gobierno de España ha creado recientemente el Consejo de la Productividad, como parte de una estrategia más amplia para fomentar un crecimiento económico sostenible y competitivo. Este consejo, concebido como un órgano asesor y consultivo, pretende ser un espacio de diálogo y reflexión enfocado en mejorar la productividad y competitividad de la economía española, considerando además sus implicaciones distributivas.
Lógicamente, este nuevo hito en la mejora de la calidad institucional de España debería fortalecer el proceso de adopción de políticas económicas orientadas al bienestar general, así como la implementación de mecanismos más sólidos para evaluar las políticas públicas. Por todo ello, y a pesar de las carencias y contradicciones que puedan observarse en la creación del Consejo de la Productividad, su establecimiento resulta no solo justificado, sino también necesario.
Finalmente, aunque el impulso desde el ámbito europeo y nacional es crucial, la singularidad de cada territorio demanda la creación de foros regionales que se ocupen de analizar con mayor profundidad las palancas competitivas específicas de cada región, así como a la incorporación de estrategias efectivas en sus respectivas agendas de competitividad regional.
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