Desde Murcia para la señora Ribera

Los pasados 30 de enero y 28 de febrero, el BOE publicaba sendas órdenes ministeriales, cada una de las cuales autorizaba un trasvase de 16,2 hm3 de agua desde Entrepeñas-Buendía para el Sureste. Estas órdenes suelen ocupar media página del BOE, pero cada una acaparó más de cuatro páginas. Razón, lo publicado era un panfleto con intencionalidad política.

Tantas páginas se justifican al explicar que existe «la previsión de ampliar la cobertura de abastecimiento a 450.000 habitantes en Castilla-La Mancha a través de la denominada Tubería manchega... proyectada para complementar las aportaciones a la actividad agraria de unas 140.000 has... y como alternativa de emergencia para posibles crisis ecológicas de las Tablas de Daimiel».

Incluyen el informe de la Comisión que determina el volumen trasvasable y, para justificar el no envío de 3,8 hm3 para el Campo de Cartagena, arremete contra regantes y Gobierno regional en un alegato más propio de una acusación en sede judicial.

Utilizar la situación del Mar Menor, agravada por fenómenos meteorológicos, como excusa para reducir los volúmenes legales destinados a riego y hablar de expedientes de infracción y datos erróneos de hectáreas ilegales es sencillamente inapropiado e imprudente.

Porque en las Tablas de Daimiel, uno de los humedales más importantes de Europa, existen (según Confederación del Guadiana) 60.000 pozos ilegales y sus consiguientes miles de hectáreas ilegales; suelos y agua contaminados por actividades agrícolas sin control y por vertidos urbanos sin depuración adecuada; cauces desecados de los ríos Guadiana, Azuer, Záncara y Cigüela, así como sus principales afluentes... «Así pues, la sobreexplotación del acuífero de la Mancha Occidental ha roto prácticamente en su totalidad el equilibrio hidrológico de la cuenca alta del Guadiana» (Informe del Comisario de Aguas al presidente de la Confederación del Guadiana, Septiembre 1995).

El diario 'ABC' (19/01/2006, página 51) ofrecía el titular 'Los agricultores admiten la existencia de 40.000 pozos ilegales en La Mancha', y en esa misma página Narbona dice que «viene de hace muchísimos años... debido a que las confederaciones hidrográficas nunca han tenido como prioritario garantizar el uso adecuado de nuestros acuíferos». Terminó diciendo que no se iba a cerrar ningún pozo y que no se impondría ninguna sanción económica; que se arreglaría todo poco a poco.

Entonces, señora ministra, usted ya era directora general de la Oficina Española de Cambio Climático (2004-2008) y de entonces a hoy las Tablas siguen secas cada año, nada se ha hecho, y usted señora ministra era secretaria de Estado de Cambio Climático (2008-2011).

Las Tablas de Daimiel siguen hoy secas, la contaminación persiste y aquel poco a poco se ha quedado en nada de nada, ¡y usuarios y administración autonómica reclaman trasvases desde el ATS para remediar el desastre creado por unos y permitido por todos!

Y ahora que usted es ministra encargada del Medio Ambiente, ¿no le parece inmoral el diferente trato que ofrece a dos temas de tanta gravedad como las crisis ecológicas que padecen Tablas de Daimiel y Mar Menor?

Su referencia en estas órdenes a la 'Tubería Manchega' causa sonrojo por su aparente desconocimiento del tema, señora ministra. El dictamen sobre el proyecto 'Sistema de abastecimiento de agua potable a las poblaciones de la llanura manchega desde el acueducto Tajo-Segura' (diciembre 2004), redactado por una comisión de expertos de varias universidades, resultó demoledor. Su conclusión final: «El informe no es favorable al proyecto... por partir de datos falsos..., por inadecuado y antieconómico..., por lo que esperan la negativa de la Unión Europea a subvencionar tan costoso y descabellado proyecto». ¿No le sorprende que finalmente recibiera ayudas?

El Trasvase Tajo-Segura, casi desde su puesta en marcha, ha sido atacado buscando su desaparición por quienes, tras sobreexplotar los acuíferos más importantes del Guadiana y Júcar, alterando gravemente el régimen hidráulico de varios ríos, desecando zonas húmedas de valor excepcional y reduciendo los aportes de agua a la propia cabecera del Tajo (mientras las administraciones implicadas miraban las nubes), pretenden ahora apropiárselo bajo el nombre Trasvase Tajo-Mancha. ¡Y el Gobierno de CLM nos amenaza con solicitar auditorías a la UE por «los graves daños que el ATS ocasiona a la cuenca del Tajo»!

Señora ministra, ya es hora de que el Sureste español sea quien solicite auditorías sobre estos temas a su Gobierno y a la Unión Europea.