Desde Murcia para el señor Ábalos
No ha venido a hablar de problemas, no ha traído soluciones, nada de nada. Ha sido una visita política, no institucional
El señor Ábalos llegó hace unos días a Murcia como un elefante en una cacharrería. Lo normal es que un ministro del Reino de España que visita una comunidad autónoma, se interese por sus problemas, carencias o deficiencias en los servicios públicos y, si ya lleva tiempo en la política, presente soluciones o estudios en marcha para resolver tales problemas.
Pues no. No ha venido a hablar de problemas, no ha traído soluciones, nada de nada. Ha sido una visita política, no institucional. Ha dado un mitin, ha acusado de casi todo a los políticos que gobiernan en la Región, olvidando que han sido elegidos por los ciudadanos, y llama retrógrados a quienes defienden el derecho a saber qué enseñanzas se les proporciona a sus hijos en las actividades extraescolares, faltando al respeto a los murcianos.
Insiste en que no nos va a faltar el agua para beber y vivir, ¿y regar?... (no dice que sería desalada y la más cara de España). Pues mire, señor ministro, la gente de esta tierra le sugerimos que estudie una serie de viejas y magníficas ideas para la próxima visita que haga a Murcia; le esperamos ya con impaciencia.
Al hablar como ministro sobre educación, inversiones, trasvases, agua e infraestructuras, le rogamos encarecidamente que se ponga 'manos a la obra' y fomente e impulse, dentro del actual gobierno, las iniciativas necesarias para cumplir -aunque tarde, más vale tarde que nunca- con lo obligado en las Leyes 21/1971 y 52/1980, reguladoras del Trasvase Tajo-Segura; todo ello reiterado en el avance del PHN 1980 y en los sucesivos reales decretos de aprobación de los Planes Hidrológicos de la cuenca del Tajo, que incluían obras hidráulicas para garantizar el abastecimiento de Madrid y Toledo y las zonas regables desde Toledo a Talavera, sin necesidad de tocar ni un solo metro cúbico de los embalses de Entrepeñas y Buendía. Obras que no se han llegado a ejecutar.
Tome usted nota de un tal Silva Muñoz reconocido en su época como 'ministro eficacia'. No nos molestaría que usted pudiera resultar igual de eficaz.
Asimismo, le rogamos traslade a la señora ministra encargada de la defensa del Medio Ambiente nuestra preocupación por los daños que la última gota fría ha causado al Mar Menor, y nuestra sorpresa y consiguiente indignación por el trato diferente que dispensa a la situación catastrófica que arrastra año tras año, desde 1970, el Parque Nacional Tablas de Daimiel, Reserva de la Biosfera, contaminado por las intensas labores agrícolas que soporta, desecado por la explotación sin control de las aguas subterráneas y 'regado' con miles de millones de euros que no han solucionado nada. En diciembre pasado volvían a estar prácticamente secas.
Sin olvidar que la sobreexplotación de las aguas subterráneas del acuífero Mancha Oriental, desde la década de los 80, ha provocado la reducción permanente de caudales en el río Júcar, aguas abajo de Albacete, en perjuicio de usuarios con derecho preferente, y con gravísimo daño al régimen natural del río. Vea la página 115 del Libro Blanco del Agua, publicado en diciembre de 1998 por el Ministerio de Medio Ambiente. Sigue igual y no pasó nada.
Presumen de inversiones realizadas en la Región en estos veinte meses de campaña electoral interminable; olvidando su abandono, cuando no ataque, a infraestructuras esenciales para el Sureste.
Por eso, queremos llamar su atención, para que identifique quién frenó la autovía del Mediterráneo entre Murcia y Granada; quién 'taponó' el túnel del Talave-Cenajo, realizado para garantizar el agua de mejor calidad al abastecimiento urbano; quién prohibió el recrecimiento del embalse de Camarillas; quién cambió el punto de toma del trasvase Júcar-Vinalopó empeorando de manera total la calidad del agua a trasvasar; quién ha dejado sin terminar la 'autovía del bancal; quién no ceja en su empeño de acabar de una vez por todas con el Trasvase Tajo-Segura.
Dicen que la Región «se ha convertido en el conejillo de indias de las políticas de la extrema derecha», y que «somos un sitio fácil para ese caladero». ¿Y creen que con ese desprecio y falta de respeto hacia todos los murcianos vamos a confiar en ustedes?
