La mejor novela del siglo XX

La historia de Daniel el Mochuelo, que, desvelado, durante toda la larga madrugada, se dedica a recordar su vida en el campo, con la familia y, sobre todo, con sus amigos, antes de marcharse a estudiar a la capital, es enternecedora. Y la prosa empleada por un maestro como Delibes, impecable, en la línea de lo que siempre ha caracterizado su narrativa, y que ha servido de modelo a tantos otros escritores, aunque no quieran confesarlo.

Pero quizá sea excesivo el honor que se le concede a este pequeño libro, aunque su calidad sea incuestionable. Hablamos, no conviene olvidarlo, no de narrativa española, sino de narrativa en lengua española, con lo que entra en juego todo lo publicado durante el siglo XX en los países hispanoamericanos, que no son pocos. De ahí que 'Cien años de soledad', de García Márquez, haya sido el libro que ha estado a punto de desbancar a 'El camino', y que también hayan figurado obras de gran mérito como la 'Rayuela' de Cortázar y 'Conversación en la Catedral', de Mario Vargas Llosa.

En la parte española, también sonaron ilustres títulos como 'Tiempo de silencio', que es el libro al que yo voté, 'Nada', 'La colmena', 'Juegos de la edad tardía', algún relato de Javier Marías y de Muñoz Molina, así como 'El maestro de esgrima', del cartagenero Arturo Pérez-Reverte. Todo un variopinto galimatías que solo sirve de entretenimiento, para pasar el rato, pero que no conduce a ninguna parte, al margen de que la gente se exprese libremente y muestre sus gustos en materia literaria.

Si hubiéramos hablado del siglo XIX todo hubiera sido mucho más fácil. En Hispanoamérica la narrativa aún estaba en pañales. Ya se había publicado la 'María', del colombiano Jorge Isaacs, pero hasta bien entrado el siglo XX el género no despegaría de manera portentosa, con la aparición, sobre todo, del 'Boom' y la presencia de autores como Carpentier, Borges, Lezama Lima, Márquez, Cortázar, Onetti, Cabrera Infante, etc., que revitalizaron el género cuando ya, desde ciertas instancias europeas, se daba por muerto y finiquitado tras la II Guerra Mundial y la crisis de valores y la sequía de ideas.

'El camino' no es un mal libro para mostrarlo al resto del mundo no hispanohablante. Es más: puede que sea la obra de mayor consenso por no ser polémica, por ser intemporal, y, sobre todo, por ahondar en ese sentimiento humano que a todos nos iguala y emociona por igual. Pero no es ni siquiera la mejor novela del vallisoletano Miguel Delibes si analizamos con objetividad el resto de su producción, con la presencia de obras como 'Cinco horas con Mario' o la favorita del propio Delibes, 'El hereje', que fue su brillante testamento literario antes de decirnos adiós y salir por la puerta grande de la cultura.

De haberse discutido en torno a cuál es la mejor novela en lengua española del siglo XIX, lo hubiéramos tenido mucho más fácil. Hubiera entrado en juego la eterna y fértil disputa entre los partidarios de 'La Regenta', de Leopoldo Alas Clarín, y 'Fortunata y Jacinta', de Pérez Galdós. Y yo mismo no hubiera sabido con qué obra quedarme. He leído tres veces cada una de ellas y, a estas alturas, sigo sin tenerlo claro.