La marca Murcia está en Murcia
Hay que defender con orgullo los valores y principios de la sociedad murciana, sin complejos ni artificiosidades
La realidad de la Marca Murcia es la historia de su fracaso. Los primeros años de la democracia, el municipio de Murcia no abordó ningún ... intento de implantar una marca de ciudad, ya que, como todos los ayuntamientos de España, estaba sumergido en la transición democrática. Desde entonces son escasas las estrategias de comunicación realizadas para mejorar la imagen y la reputación de la ciudad de Murcia en el exterior, unas con mayor acierto que otras, pero ninguna ha conseguido consolidar eso que se viene en llamar marca de ciudad.
Solo hay más que observar los titulares de periódico, los programas de televisión o las referencias en las redes sociales para comprobar que la imagen de Murcia fuera de Murcia no representa lo que realmente es. Parece como si estuviéramos destinados a convertirnos en una especie de trampantojo, como describió acertadamente el director de LA VERDAD, Alberto Aguirre de Cárcer, sin que las instituciones, los agentes sociales y económicos, los grupos de interés y medios de comunicación regionales puedan parar esta escalada que está situando a Murcia en el epicentro de la parodia nacional.
La gestión de la marca-ciudad se ha convertido en un asunto estudiado en las principales universidades del mundo, y puesto en práctica por gobiernos y organizaciones de ciudades y países. Con una buena gestión de marca, y gracias a su comunicación, es posible evidenciar los logros de la gestión para el fortalecimiento de la competitividad y la imagen de las ciudades, incluso, en clave política.
¿Por qué Murcia no ha conseguido construir una marca de ciudad de éxito como sí han hecho otras de su entorno?
Las ciudades son espacios de referencia para afrontar retos y son también espacios de autoridad social, cultural y económica. La ciencia, el arte, la innovación tecnológica, emergen con más facilidad en las ciudades y también el cambio social y los avances hacen posible las mejoras universales en la calidad de vida de las personas. No son los estados las unidades operativas en la nueva economía del conocimiento, sino son las ciudades.
Quizás por ello, la forma más inteligente de creación de la ventaja competitiva en una sociedad globalizada y abierta es a través de un proyecto de ciudad que dinamice los diferentes actores, estimule el sentimiento de pertenencia a un lugar y ponga en valor el capital humano. Es lo que en el mundo anglosajón se ha denominado estrategias de 'city branding'.
Las marcas territoriales han sido analizadas por estudiosos de diferentes disciplinas, predominando las especializadas en marketing, turismo, publicidad, arquitectura o incluso sociología. Sin embargo, apenas se encuentran estudios sobre la marca Murcia.
Murcia es una ciudad grande, la séptima de España, pero no una gran ciudad. Cuando uno llega a una gran ciudad lo percibe. Son sensaciones sutiles las que diferencian a una ciudad grande de una gran ciudad. París traslada la elegancia, el glamour; Ámsterdam es armonía; Barcelona representa para toda Europa la interculturalidad. No hay que irse muy lejos para encontrar ejemplos de ciudades intermedias que han conseguido implantar marcas exitosas, como la Málaga Genial o la capital verde europea, Vitoria. ¿Por qué Murcia no ha conseguido construir una marca de ciudad de éxito como sí han hecho otras urbes de su entorno? ¿Qué diferencia a Murcia de otras ciudades? El estudio de caso concreto del municipio de Murcia supone una oportunidad para encontrar los valores que diferencian a Murcia de otras ciudades de su entorno inmediato.
No se puede tolerar que persista en el pensamiento colectivo el tópico de que 'Murcia es la gran desconocida', porque la realidad es como el dicho de que «a Murcia se viene llorando y se deja llorando». Hay que salir y explicar qué es Murcia y quiénes son los murcianos. Hay que defender con orgullo los valores y principios de la sociedad murciana, sin complejos ni artificiosidades, porque no somos hijos de un Dios menor. Y no hay que buscar fuera, ni copiar otros modelos que han triunfado, porque la Marca Murcia está aquí, en Murcia.
Es urgente continuar con el trabajo emprendido para situar a la capital de la Región donde se merece. Tenemos que encontrar los valores que distinguen a Murcia de otras ciudades, aun a sabiendas de que si hay algo que diferencia a los murcianos es que no son diferentes a nadie. Y lo tenemos que hacer toda la sociedad junta, en la misma dirección, de manera cohesionada, sin dilación, sin fricciones. Porque si hay un momento para hacerlo es ahora, cuando todas las ciudades con las que compite Murcia se encuentran en la misma situación de partida tras la salida de la Covid. Como señaló la activista y urbanista norteamericana Janes Jacobs, en su obra maestra 'The Death and Life of Great American Cities', «las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todos, pero solo cuando y solo porque, están creadas para todos».
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