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Larga vida a Casado

JARABE GIGESTIVO ·

Da juego. Critica y se abstiene. Ladra y se somete. La derechita sumisa tiene su líder. Líder de la Sumisión

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Viernes, 6 de noviembre 2020, 01:21

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Hubo una moción de censura no hace mucho tiempo. Para censurar al Gobierno, a Sánchez, a su mismidad y su banda. El sentir mayoritario de los medios de comunicación es rotundo: Pablo Casado ha mostrado un talante moderado, centrado, moderno. Ha cuajado, entre aplausos de propios y ajenos, como un líder indiscutible. ¿Abascal?, un idiota.

Líder e idiota son etiquetas. Por palabras no va a quedar. Sugiero que, en vez de repetir palabras, miremos los hechos.

Hay liderazgos basados en el mérito y la capacidad personales para conducir a otras gentes hacia un objetivo valioso y difícil. Otros líderes tantean hacia dónde se mueve la gente y se colocan en primer lugar: no es que la gente los siga, es que iban hacia allí.

Al final se vence. El deforme líder de la Sumisión dio oxígeno al enemigo

¿Cómo lidera Pablo Casado? Veamos qué hace. Veamos, por ejemplo, el debate sobre el decreto de estado de alarma por seis meses. Se trata de recortar las libertades civiles de manifestación, reunión, restricción de movimientos y cosas por el estilo. ¿Qué dijo Casado? Brillante discurso donde criticó duramente esas medidas y amenazó (sí: amenazó) con denunciar en Europa el control de libertades que se está imponiendo en España. Su discurso, ya digo, fue tan contundente que acabó espetando una ¡abstención crítica! Nos desvela, por tanto, que el suyo es un liderazgo crítico. Sin cruzar líneas rojas. Nada de crispar. No le acusarán de 'delito de odio', no.

Pedro Sánchez tuvo a bien largarse del Congreso en el mismo momento en que Casado empezó a hablar. Ignoramos el motivo del desplante. ¿Será que teme la crítica? También puede que uno de sus múltiples asesores le recordase algún refrán: Roma no paga a traidores o perro ladrador, poco mordedor. Vaya usted a saber. En fin, que Casado hace su papel. Da juego. Critica y se abstiene. Ladra y se somete. La derechita sumisa tiene su líder. Líder de la Sumisión. Sumisión crítica, eso sí.

¿Y Abascal? ¿Qué hace el que los medios de manipulación llaman idiota? ¿Alguien duda de que si el PP denuncia en Europa el recorte de libertades, Vox lo apoyará? Y, con el mismo argumentario que Casado, presentará recurso ante el Constitucional. El muy idiota, pelea.

Idiota es un término despectivo. Pero solo desde hace un par de siglos. Solo desde que se considera que en la masa, en la muchedumbre, hay más inteligencia que en individuos aislados. Recordemos que 'idiota' es una palabra griega que significa 'individuo singular'. Así se entiende que Sócrates, frente a la opinión de la mayoría, diga que él no se somete. Es un 'idiota': piensa las cosas y hace lo razonable y digno.

Dice Heródoto que Leónidas, el rey espartano, descendía de Hércules. Pero, por traerlo a nuestro asunto: era otro idiota.

La historia es conocida. Leónidas cuenta con 300 hoplitas para hacer frente al ejército de Jerjes. Se calcula que, junto a los 300 de Leónidas en las Termópilas, concurrieron hasta 6.000 soldados de la liga helénica para hacer frente a unos 225.000 persas. Mayoría aplastante. Pero Leónidas no es de someterse a la mayoría. Como un idiota, defiende lo que es noble. Pelea.

Recuerdo una escena de la película '300'. Casi al final. En formación de tortuga. Totalmente rodeados por los persas. Leónidas, el idiota, está solo. Frente a todos. Entre las filas enemigas hay un espartano. El traidor. Un ser deforme: está con la mayoría, con los que ganarán la batalla. No es ningún idiota, su sumisión le beneficiará. Pero no está a la altura de la dignidad que le corresponde; no ha defendido a los suyos. Ha cedido. Al miedo. A la fuerza. Al interés. Leónidas lo mira. No le ataca. No le desea la muerte. «Ojalá vivas para siempre», dice quien está a punto de morir. Que tengas una vida larga y puedas sentir vergüenza por la treta que ha dado ventaja a nuestro enemigo.

Leónidas muere. Caen las Termópilas. Jerjes avanza. Se necesitará más tiempo, más batallas, más muertos hasta vencer en Salamina.

Porque al final se vence. El deforme líder de la Sumisión dio oxígeno al enemigo. Y el idiota resultó ser un héroe. A cada cual lo suyo.

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