No será eso verdad
LA ZARABANDA ·
Amenazan liquidar ¡por años! los trenes de Murcia a Lorca-Águilas y Albacete-MadridCuidadito, cuidadito, no vayan a pasarse. Déjense los que mandan de decirnos cómo hemos de circular por la vida. Digo en tren. A ver si ... porque van a traer finalmente (y tan finalmente) el AVE por Monforte...
–¿El del Cid?
Ese mismo. Quizás tengamos que llamarlo para que, espada en mano, impida el que sería uno de los pescozones más gordos que nos administrara la Administración.
–Deje usted de lamentarse, jefe. ¿No ve que, desde Moncloa, nos van a llamar victimistas a los de aquí de Murcia?
Nada de victimistas de papel o telediario, sino verdaderas víctimas. Con todas sus letras. Pues eso es lo que somos. Que traigan el AVE por donde ellos han querido (sin quitarles culpa a nuestros propios políticos regionales, que tragaron), no significa que les aceptemos ahora que anulen (¡durante varios años!) el tren que va a Lorca-Águilas y el que lleva a Madrid pasando por Cieza y Hellín.
–Si es que son los de toda la vida.
¡Hombre! Acuérdese usted del Correo, que salía de noche y llegaba a Atocha a media mañana. A ver, si no, quiénes cargaron con la carbonilla que se te metía en el ojo y el traqueteo inconfundible de los vagones, que hasta le hicieron canción: «Al compás del tracatrá, / del tracatrá del tren. / Qué gusto da viajar / cuando se va en el tren». O el Rápido Ter, que era de todo menos rápido. Ese, como fue diurno, nos permitía amodorrarnos entreviendo la llanura manchega, con sus viñedos tipo Valdepeñas.
Y también quieren cepillarse el que nos traslada a la costa (ahora Cálida, y lo que se pondrá de caliente con el cambio climático), subidos al Tren Botijo que, pasando por Lorca, te deja en Águilas. Aquí en la zona nos sabemos muy bien sabida la película. Cuando dicen que te van a quitar algo por unos meses, al final es por toda una vida, o sea para nunca jamás. Imagínate si te anuncian que será por unos años. En provincias, lo que nos gusta a la gente es tener el mismo tren de cuando éramos pequeños. El que inauguró Alfonso XIII: el Altaria.
Será un cacharro, pero es nuestro cacharro.
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