La vacuna no es milagro, pero casi

El periódico del martes dio la voz de alarma a quienes no estaban del todo al loro sobre la inmunidad postvacunación. Por boca del consejero Pedreño supimos que algunos de los pacientes que ingresaron en los hospitales estaban vacunados. Otra noticia decía que también se infectaron hasta diez personas de una residencia de mayores de Lorca. O sea que no hay duda. Buceando en el mar proceloso de la información sanitaria, intentemos saber un poco más sobre este asunto. Aunque solo sea por quitarle los miedos a quienes, con sus dos pinchazos al cuerpo, disfrutan estos días de las vacaciones de verano.

En los Estados Unidos, que es el país de donde copiamos nuestro modo de vida (pues por algo se trata del Imperio, equivalente al romano en su día) han hecho estadísticas parece que exhaustivas sobre el particular. Desde allí nos hacen saber que entre 101 millones de personas vacunadas (con un promedio de edad de 58 años) hubo 10.262 casos de Covid-19. El 63 por ciento fueron mujeres. De esos 10.262 contagiados, 2.725 (el 27 por ciento) no dieron síntomas; 995 (el 10 por ciento) fueron hospitalizados; y 160 (el 2 por ciento) murieron. La edad media de los fallecidos fue de 82 años. El lector puede echar ahora sus cuentas. Estos datos que digo proceden del CDC, o sea: Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.

Los israelíes, que tampoco son mancos, ofrecen esta información de interés para vacunados. Un estudio efectuado con casi cinco millones de personas concluyó que la efectividad de la vacuna fue del 97 por ciento para prevenir una infección sintomática, 97,2 por ciento para evitar la hospitalización, 97,5 por ciento para descartar enfermedad severa y 96,7% para eludir la muerte por Covid-19.

Y a dispensar por tantos números.