Esperpento de Primavera
LA ZARABANDA ·
¿Debería Murcia sentirse culpable de la repercusión nacional de su escandalera política?No se me oculta que algunos van por ahí murmurando, con el morro torcido: «Estos payos de Murcia, ¡la madre que los parió!». Y con ... ese arranque tan filosófico, atemperada la conciencia, se quedan contentos. Como si la cosa no fuera con ellos. Cuando es lo cierto que el actual despiporre político es de todos. Hijo de nuestra idiosincrasia.
Lo que ha pasado y está pasando aquí estos días, me sospecho que tiene más que ver con las emociones que con las mociones. Hombre, claro. Porque si examinamos frígidamente la temática en cuestión, siempre importaron más las 'presonas' que las 'estautas', y más los fervorines que las ideologías. Tantos soponcios, revolicas de tripas, alteraciones de la melsa, suspiros, lágrimas, disgustos y pesambres han logrado trascender el tradicional esfurrie de la praxis política, dando lugar un esperpento con mascarilla pero en pelotas vivas.
Insisten: «¡Cómo será de gordo 'lo de Murcia', que ha repercutido en la política madrileña provocando un sismo!». No es algo que deba extrañarnos más de la cuenta. Ya dijo Machado que «Madrid es rompeolas de todas las Españas». Lo cual nos autoriza a concluir que aquesta repercusión que devino terremoto, hechuras tiene de tsunami.
Nuestra carambola política afecta a otras autonomías en las que gobiernan juntos PP & Ciudadanos. La mimetización (o plagio, si nos atenemos a lo que se lleva) del esperpento murciano, me parece que se debe a que en esas Comunidades había una fuerte predisposición hasta ahora silenciada. Y en el caso de la madrileña entente, convivencia o compadreo que se traía esa gente, andaban de tal guisa los ánimos, que bastó un tizón ardiente de la hoguera de Murcia aterrizando en la Puerta del Sol, para que también allí montaran (como han montado) la de dios.
Lo que pretendo dejar claro es que, si esa predisposición al esperpento hubiera resultado ser solo nuestra, no habría salido jamás de Trapería, salvo por una ligera reseña en el telediario. Siempre nos trataron así. Habría prevalecido (también en estos días de ruidoso zarangollo político) la estampa de una Murcia morena tirando a morisca. Hortícola y frutal, sí, pero eso es porque nos quedamos con el agua que Dios regaló a los manchegos.
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