Brushing con mechas y Viva España
LA ZARABANDA ·
Eso pedirán los hombres de la época Covid en la barberíaDesde que vino la Covid a nuestras vidas (puede que desde mucho antes), los caballeros se cuidan el pelo más que nunca. Quiero decir que ... se preocupan por lucir un peinado que para sí quisieran muchas mujeres. Todo empezó trabajándose el Arriba España. Pero como Arriba España se decía cuando Franco, habrá que expresarlo ahora, para unos, de esa manera y, para otros, con el Viva España. Ambas fórmulas son apropiadas, pues las dos se refieren a la greña. No en el sentido de disputa, sino aludiendo a esa zona del cabelludo cuero masculino que luce por encima de la frente.
–Usted quiere decir la onda frontal.
Correcto. Cuando yo era zagal, el Arriba España capilar designaba a esa protuberancia de pelo en lo más alto del rostro, que tiene la forma de una empanadilla. (Debo señalar que ya no se lleva, salvo muy concretas excepciones). El Viva España de nuestro tiempo viene a ser mucho más que una empanada. Es como un pan de carrasca de un palmo de alto. O mejor dicho: tal que una onda marina sobre la que podría evolucionar un surfista.
–Con Franco no había surfistas.
¡Por eso mismo no evolucionaban, vaya un pijo! Vamos a ver cómo lo diría yo, para que lo entienda todo el mundo. Hablo del Viva España tan espectacular que luce el presidente del Atlético de Madrid. (Con razón ha conseguido que el equipo renaciera de sus cenizas). Hay ya mucha gente que, lo que antaño fuera flequillo, lo exhibe hogaño como artesanía.
Debo decir también que multitud de jóvenes actuales decidieron imitar a los Peaky Blinders, de Birmingham. Estos llevan pelada al cero todica la cabeza, menos el plantío de arriba. Y practican un Viva España tipo engrifado. En general, los muchachos (y cada vez más determinados adultos) practican un despeinado artístico. Sin olvidar los rodetes. Comoquiera que todo esto exige en las barberías tantísimo aparato eléctrico como las señoras en sus peluquerías, hubo quienes echaron por el camino de en medio y se pelaron al rape la entera cabeza.
Por la forma de llevar (o no llevar) los pelos, en la curiosa España de nuestro tiempo, existen tres castas: linajuda, mesocrática y populista.
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