Cuando Madrid estornuda, ¿Murcia se constipa?
Del reciente Debate del estado de la Región ha surgido una propuesta educativa anunciada por el presidente del Gobierno regional: integrar en colegios los dos ... primeros cursos de la ESO que, desde hace algunas décadas, se ofrecen y atienden en los IES. No se adoptaría antes del curso 2026-27, estaría ligada a la solicitud libre por los colegios y les sería aceptada bajo el cumplimiento de ciertos requisitos, entre ellos la disponibilidad de espacios. Aunque la ola tórrida que nos asola invita más al sosiego que a la agitación, no he podido evitar asombro, perplejidad e interrogaciones varias. Tengo serias dudas de su viabilidad normativa. La LOGSE (1990) adscribió la ESO íntegramente a los IES y ninguna otra reforma posterior (promovida por PSOE o PP) lo modificó. Pero no es esto lo que más que inquieta. Por lo que conozco de la propuesta, está pensada y motivada preferentemente para centros rurales y alumnado vulnerable y, por lo dicho, estaría ligada más a centros solicitantes que a una planificación de la administración (¿solo hará de árbitro?).
Los objetivos declarados son garantizar al alumnado de esos cursos «una infancia vivida con plenitud» y «que reciban apoyo y guía». Es decir, opacidad en los motivos, delegación de responsabilidades hacia abajo (gerencialismo neoliberal puro), objetivos asombrosos y perplejos. ¿Quiere decirse con algún fundamento que lo escrito les está siendo negado a nuestros hijos e hijas en los IES? ¿Qué estarán pensando y sintiendo, pues, los directivos, docentes, otros profesionales, familias y alumnado señalados? Parecería como que el grado de banalización y frivolidad de ciertas políticas educativas no tiene límites. Y, si realmente hubiera esos problemas, deberían hacerse trasparentes y adoptarse decisiones consecuentes. ¿Conecta la propuesta con algún análisis, diagnóstico y planificación rigurosa, fundada y concertada respecto a la educación regional? ¿Qué trastornos provocaría en la gestión y funcionamiento de centros, enseñanza, profesorado, estudiantes, familias? Puede suponer un riesgo claro de fragmentación de la ESO, quizás la etapa que más ha elevado y democratizado el nivel de la formación del país. Afróntese con determinación, deliberación y decisiones serias una mejora auténtica de la educación pública. Allá con los estornudos madrileños. Ayuso viene emitiéndolos hace un par de años y quizás los aplique el próximo curso. Nos toca aquí trazar nuestro propio camino y destino.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión