El tiempo pasa
Vamos a necesitar el máximo entendimiento entre administraciones para que haya soluciones a nuestros problemas y vamos a exigir que así sea
La Asamblea General de Croem, celebrada el pasado 22 de junio coincidió con el final de un nuevo curso marcado por las convocatorias electorales. La ... ciudadanía dejó un mensaje claro sobre quién debe conformar el nuevo Gobierno autonómico y estamos a la expectativa de lo que suceda en los comicios generales, que determinarán igualmente el devenir político de España hasta 2027.
Hay por tanto cuatro años por delante para seguir avanzando, principalmente en la Región de Murcia, y están bien claros los objetivos prioritarios para ello. Hemos logrado avances en cuestiones capitales para la actividad empresarial, como la simplificación administrativa –en la cual seguimos trabajando para complementar lo avanzado hasta ahora–, y las rebajas fiscales, garantía para la atracción de inversiones y el desarrollo de proyectos que creen riqueza y empleo. Seguiremos insistiendo en ello para consolidar la posición de referencia de la Región entre las autonomías donde más fácil sea montar o hacer crecer un negocio.
Pero el tiempo pasa y este curso ha terminado de nuevo con la cartera llena de asuntos pendientes tan importantes o más que los anteriores. Seguimos hablando de la necesidad de recursos hídricos porque la climatología en el Mediterráneo se ha extremado, con periodos de sequía más prolongados y más extremos en el caso de las escasas lluvias. Esto provoca que el agua procedente de cuencas excedentarias sea más necesaria que nunca y está sucediendo justo lo contrario, que cuando más falta hace, más se cuestiona el Trasvase Tajo-Segura, vital para los intereses de los cientos de miles de familias dedicadas a la industria agroalimentaria en el sureste de España y de otros tantas que trabajan en sectores asociados a la misma. Por ello, exigiremos al nuevo Gobierno de España un gran acuerdo nacional en esta materia.
Además, estamos pendientes del correcto desarrollo de infraestructuras para la mejor movilidad de personas y de mercancías. El corredor ferroviario natural de la Región con Madrid pasa por Albacete y no vamos a permitir que se deje de lado para que nos centremos sólo en la alta velocidad. En cuanto al AVE, es necesario incrementar el número de frecuencias directas con Madrid para ser competitivo, tal y como sucede en la vecina Alicante. Y tienen que cumplirse los plazos en la continuidad de la línea con Cartagena y Lorca, como sucedió también en su momento con las capitales manchegas. De ello depende de hecho que la región recupere su conexión con Andalucía, incomprensiblemente perdida en los años 80.
Y tampoco puedo olvidarme del Corredor del Mediterráneo, que debe ejecutarse en su totalidad y en las condiciones de seguridad y prestancia para la convivencia de personas y de mercancías.
Un tercer eje sobre el que reposan nuestras demandas tiene que ver con el aeropuerto. Estamos lejos de lo que se espera de una infraestructura que está llamada a ser la puerta de entrada de miles de visitantes de otros países, sobre todo del norte de Europa, que ven en nuestra región el mejor reclamo para su ocio e incluso su retiro. Pero para eso hay que mejorar también las comunicaciones del propio aeropuerto, que son muy mejorables. El turismo no llegará a ser un sector de verdadera referencia hasta que el aeropuerto internacional despegue.
También para la movilidad de los habitantes de la Región, incluida su población inmigrante. Y sin ignorar que el Juan de la Cierva está pensado asimismo tanto para que los productos de la región sigan exportando su excelencia como para la atracción de capital inversor.
Y el último de los ejes para el dinamismo tiene que ver con el Puerto de Cartagena, que lleva velocidad de crucero, pero necesita ampliar su superficie para seguir creciendo. El futuro se llama El Gorguel y es imprescindible que se obtenga la declaración de interés nacional para una obra que aspira a la categoría de hito. Es otra de nuestras prioridades indispensables.
La Región de Murcia cuenta con todos los ingredientes para, pese a las limitaciones, ser una de las autonomías que más aporte a España. Pero necesitamos un empujón que pasa por la reforma del sistema de financiación, que sigue castigando a los murcianos; la garantía de recursos hídricos a través de un plan estatal que haga un reparto equitativo y solidario del agua; el impulso de infraestructuras clave para la competitividad; y, en general, el fomento de la inversión productiva, lo que implica más flexibilidad para las empresas, más facilidades a la hora de desarrollar sus proyectos y un marco jurídico y laboral favorable para ello.
El próximo mes de noviembre cumpliré diez años al frente de Croem y en unos pocos meses deberá producirse mi relevo. Dije en la asamblea de la confederación que al mirar atrás veía logros, pero no los suficientes. Me gustaría ver que el diálogo, el acuerdo y la reivindicación son desde el principio las bases de la legislatura. Vamos a necesitar el máximo entendimiento entre administraciones para que haya soluciones a nuestros problemas y vamos a exigir que así sea. Si no, el tiempo seguirá pasando y seguiremos llevando la mochila de las demandas con la misma carga.
En todo ello, los empresarios seremos imprescindibles.
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