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Nada es lo que parece

Un asiento de primera fila en el Infierno

Fue el propio Sinatra quien afirmó, con absoluto convencimiento, que el mejor cantante del mundo no era él mismo, sino Tony Bennett

Viernes, 7 de julio 2023, 00:33

Hace un tiempo, cuando mi hija Inés sólo contaba con doce o trece años e iba descubriendo por su cuenta a muchos de los grupos ... y artistas de mi época –Dire Straits, Led Zeppelin, Nina Simone...–, me preguntó qué cantante me parecía que era el mejor de todos los tiempos. No me lo pensé ni un solo segundo: Sinatra, Frank Sinatra. El porqué era difícil de explicar: quizá por mi gusto personal, pero, sobre todo –no sé si esto llegó a entenderlo–, porque era un tipo con pinta de truhan, de golfo de barrio, que no necesitaba hacer un gran esfuerzo para que su voz –la Voz– fluyera como una onda expansiva que, como un río de seda, penetraba en el corazón por el camino más recto. Mientras otros se dejaban la piel y la garganta, tratando de entonar una canción, a Sinatra sólo le bastaba con abrir la boca, como si estuviera ante un espejo alisándose el cabello.

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