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Círculo cerrado

Hay siempre una última quedada de la pandilla, pero nunca sabemos identificarla como la última. Nadie prevé el final de nada un instante antes de que se produzca

Domingo, 22 de junio 2025, 08:19

Llegó el verano y yo me acuerdo del último de los veraneos. El último de los veraneos aquel en que, sin saberlo, nos despedimos para ... siempre (sin despedirnos, no hay nada expreso) de aquella panda de amigos que han sido inseparables desde las primeras pedradas a los pájaros –como si dijéramos– y hasta que finalizaron los ritos de socialización, muy entrada ya la veintena. Hoy sería la cuarentena, supongo: los sucesivos crepúsculos de la vida, que oscurecen etapas, se alargan más en estos tiempos. Tuve a mi lado a aquellos inseparables durante decenios y ni un día más. Siempre sucede así. Los amigos «de toda la vida» lo normal es que se queden cristalizados mucho antes, a medio expresar una palabra, y ya no hagan en nuestra cabeza ni un solo movimiento natural más.

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