En los primeros días de septiembre me reuní en el Hospital de Santa Lucía con responsables del centro y del SMS para conocer los avances del proyecto de hemodinámica. Era una de esas semanas de aparente retroceso del virus en las que la gente disfrutaba de terrazas y playas; pero dentro del hospital se vivía la preocupación de la segunda ola. Los responsables del SMS tenía que abandonar pronto la reunión para atender los rebrotes en Mazarrón y sus proyecciones señalaban la amenaza de un colapso si no se actuaba con contundencia. Toda la fuerza sanitaria se estaba centrando en la pandemia y me pareció inevitable y lógico que el proyecto de hemodinámica se retrasase.
Pero no ha sido así y, en menos de dos meses, la especialidad más demandada en los últimos años por la sociedad cartagenera ha empezado a dar servicio las 24 horas de los 7 días de la semana. Poner en marcha un proyecto tan complejo en la situación sanitaria más complicada de nuestra historia reciente ha necesitado un enorme esfuerzo técnico y personal que es necesario subrayar y agradecer.
Sin él habría sido imposible atender la demanda social, ni el compromiso político, que demandamos desde Cartagena y que el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, no solo asumió, sino que le puso una fecha. Dijo que se abriría este año y ha cumplido, a pesar de las dificultades.
Como la victoria tiene mil padres, algunos han corrido al Twitter a apuntarse el tanto. No seré yo quien recuerde en qué programas electorales estaba escrito este compromiso y en cuáles no, no es necesario que recuerde tampoco desde qué partidos se negaba hace tres meses que hubiera presupuesto. Pero sí quiero poner por delante el impulso del conjunto de la sociedad cartagenera, que ha sido la razón de este conjunto de decisiones políticas y esfuerzos técnicos y presupuestarios. La experiencia que estamos teniendo en estos meses nos está haciendo valorar más aún la necesidad de una sanidad pública de calidad. Y la atención tiene mayor calidad no solo si es capaz de atender más demanda de pacientes, sino también si es capaz de aumentar su oferta de servicios. Cartagena lo sabe y hace tiempo que situó la hemodinámica 24 horas entre sus primeras reivindicaciones.
Este es un ejemplo de que, de entre todas las formas de relacionarse que tienen las administraciones, la más eficaz es la colaboración exigente que hemos elegido en el Gobierno de Cartagena. El enfrentamiento puede ser más llamativo para hacer un tuit o elaborar una pancarta, pero es más estéril y, cuando es solo pose, acaba convirtiéndose en un fraude a los ciudadanos.
La apertura del servicio de Hemodinámica 24 horas es un éxito de los profesionales y, también, una buena gestión política puesta en marcha para dar respuesta a una demanda de Cartagena.
