El guardián del ano
PARALELO 37 ·
En Egipto existían unos tipos encargados de salvar la salud gastrointestinal de los descendientes de los diosesOficios hay muchos y algunos bien extraños: abrazador, buzo recogedor de pelotas de golf, probador de juguetes sexuales, ondeador de banderas, el mamporrero que ayuda ... a la cópula entre animales, dama de honor profesional, olfateador de axilas, ordeñador de víboras, escritor de galletas de la fortuna, catador de comida para perros, paseador de patos, el comepecados que expurga las faltas del fallecido zampándose una hogaza... Y el guardián del ano, el de los mortales no, el de faraones como Tutankamón.
La Consejería de Educación de Melilla ha convocado un concurso de relato corto y ando escribiendo una historia ambientada en El Cairo que no sé si acabaré antes de que expire el plazo. Lo de Google es apasionante: empiezas buscando la receta del falafel y terminas enterándote de que en Egipto existían unos tipos encargados de vigilar los traseros y salvar la salud gastrointestinal de los descendientes de los dioses a los que se conocía como Neru pehut en árabe y Guardián Real del Ano del Faraón en la lengua de Cervantes. Se cree que sus funciones fueron transmitidas por el dios Osiris a los médicos sacerdotales, inspiradas por un ave de nombre ibis que para limpiar sus intestinos introducía por su ano su largo pico encorvado lleno de agua y descritas en los antiguos papiros con todo lujo de detalles: para limpiar la zona rectal de los faraones y tratar las hemorroides soplaban agua por una caña de oro y metían líquidos purgantes para estimular los intestinos reales y facilitar la evacuación cuando aparecían indigestiones, estreñimiento o empachos.
Hay que ver lo pulcros que eran no solo los faraones, también sus súbditos que acudían varias veces al mes al Nilo para insertarse cañas por vía anal y proyectar agua al interior del recto con la ayuda de vejigas de animales y cuánto marrano, y no de los que se comen, hay por ahí rondando. Aunque para guardianes me quedo con el escudero del recién nombrado rey Carlos, el caballerizo mayor Jonathan Thompson que lo sigue entregado a todos lados como ya hizo con su madre y del que más de una nos enamoramos cuando lo vimos escoltando a la fugaz primera ministra Liz Truss orgullosamente ataviado con el uniforme del Regimiento Real de Escocia: kilt que es tal y no falda cuando como marca la tradición no se lleva nada debajo, calcetines largos de lana, a la cintura el sporran en forma de monedero donde sus antepasados guardaban los dientes de los vencidos en la batalla y las botas blancas. Madre mía del amor hermoso, ¡qué hombre tan guapo! Y tan delicioso para la vista que las británicas ya lo conocen como Major Eye Candy.
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