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Ganar en competitividad

Contamos con un gran potencial por la posición estratégica en el Arco Mediterráneo, con recursos y fortalezas específicas para ser puerta de Europa y puente con el norte de África

Sábado, 4 de enero 2020, 01:51

Cuando en economía nos referimos a la capacidad de un territorio para promover su desarrollo y prosperidad, se emplea el término 'competitividad'. No obstante, este es un concepto difuso, difícilmente medible y condicionado por un gran número de factores, como la productividad, la cualificación de los recursos humanos, la dotación de infraestructuras o el gasto en I+D+i.

En este contexto, las regiones más competitivas son más atractivas para la inversión, tienen un crecimiento más estable y ofrecen mayor bienestar social, siendo de interés conocer el perfil competitivo de las comunidades autónomas, y ese es el objetivo perseguido por el 'Informe de la competitividad regional en España', que elabora el Consejo General de Economistas de España.

Entre los principales resultados del informe destaca un significativo aumento de la competitividad promedio de las CC AA, superando el incremento medio de la última década. Las regiones más competitivas delimitan un figurado triángulo formado por los vértices de la Comunidad de Madrid, País Vasco y Cataluña. Finalmente, se constata la existencia de una excesiva brecha competitiva entre las CC AA que se traduce en un desigual reparto de renta y riqueza.

Respecto a la Región de Murcia, las cifras de 2018 evidencian un estancamiento que nos relega a un nivel competitivo bajo. Esta situación se debe, entre otros motivos, a la baja productividad que, a su vez, se traduce en menores niveles de renta per cápita, en ambos casos inferiores al 90% de la media española. Esta desfavorable posición pone de relieve importantes problemas estructurales, como la escasa presencia de empresas generadoras de alto valor añadido, carencias en la eficiencia empresarial, desequilibrios en el sector público, un capital humano que mejora, pero dista de la media nacional, y un bajo perfil innovador. Si le unimos los desafíos a los que se enfrenta España y la Región de Murcia, la situación requiere de una política planificada con intervención en distintos ámbitos.

Estos retos tienen que ver con aspectos tan cruciales como la incorporación de profundos cambios tecnológicos en las empresas, la incorporación a la sociedad del conocimiento y la transformación digital, los problemas demográficos, el crecimiento económico integrador y sostenible, la planificación y ordenación de los recursos hídricos y energéticos y los déficits de gobernanza y transparencia, entre otros.

La Región de Murcia debe poner especial énfasis en la elaboración de un plan estratégico para el periodo 2021-2025 que, con la participación de los colegios profesionales y agentes económicos y sociales, actúe como un foro que planifique y defina las bases para ganar en competitividad. Un plan que sea el marco de referencia en el medio plazo de las políticas públicas para propiciar un entorno atractivo -favorable- para el crecimiento de la economía, las inversiones empresariales y la creación de más y mejor empleo.

La competitividad debe fundamentarse en una estrategia que contribuya a una Región más tecnológica e inteligente, donde la investigación, la innovación y la formación actúen como factor de desarrollo y polo de atracción de empresas, talento e inversiones; más abierta, con una economía que incentive la internacionalización en un contexto de intensa competencia global; más solidaria e igualitaria, merced a la puesta en práctica de políticas integradoras, que promuevan, entre otras, la perspectiva de género; más eficiente, con modelos de gestión pública y administración basados en criterios de gobernanza estrictos, la transparencia, la participación ciudadana, la digitalización y la eficiencia de los servicios públicos; y más comunicada, con una provisión eficiente de infraestructuras que permitan mejorar la intermodalidad terrestre, marítima y aeroportuaria, complementadas con las necesarias para la actividad logística.

La Región de Murcia necesita un plan estratégico que aborde debilidades y retos, y mejore las capacidades competitivas y atraiga recursos económicos con financiación suficiente para hacer efectiva la transformación pendiente. Los avances de los últimos años nos sitúan en un punto de partida moderadamente aceptable; pero no es el idóneo financieramente a causa de los actuales niveles de endeudamiento y déficit de la Región de Murcia. El reclamado nuevo modelo de financiación autonómica que corrija la infrafinanciación actual, causa de una parte de estos problemas, no compensaría los recursos necesarios para la ejecución de proyectos e iniciativas que atenúen los problemas estructurales existentes y que son más que conocidos. De ahí, la importancia de acometer las inversiones mediante la colaboración público-privada como herramienta que ponga en marcha los proyectos precisos para ganar en competitividad y dotar de más valor añadido a la Región.

Contamos con un gran potencial por la posición estratégica en el Arco Mediterráneo, con recursos y fortalezas específicas para ser puerta de Europa y puente con el norte de África, pero necesitamos ganar en competitividad. Para ello, es básica la elaboración de una estrategia orientada a configurar un área de actividad económica que, por su posición geográfica, infraestructuras y potencial económico, tenga capacidad de influencia y atracción para captar oportunidades de negocio y mejorar el bienestar.

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