El equilibrio público-privado en las universidades

La financiación de las universidades públicas, en 2022, 'grosso modo', ha requerido una cantidad de 7.607 millones de euros, de los cuales un 65% ha sido aportado por las respectivas comunidades autónomas, un 13% por las matrículas y precios públicos que pagan los alumnos, un 6% por el Gobierno central, y el resto, un 16%, proviene de derivados de rentas de patrimonio, inversiones y productos financieros. Esta cantidad es claramente insuficiente si se quiere mantener universidades públicas de calidad. En estos momentos, las comunidades que mejor financian a sus universidades son: La Rioja (81%), País Vasco (78%) y Baleares (77%), mientras que las peor financiadas son: Comunidad Valenciana (61%), Madrid (60%) y Cataluña (59%). Murcia aparece en el puesto 13 de 17 con una financiación del 69%, algo por encima de la media ponderada (65%).

Pero lo más negativo es que, si tomamos como referencia el año 2000, veremos que, mientras que, en ese momento, existían las mismas universidades públicas que en la actualidad, 50, el número de privadas suponía prácticamente la tercera parte, 16, siendo la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) la última que se creó el 3 de agosto de 1998. Es decir, mientras que el número de universidades públicas se mantiene inamovible, las privadas crecen a velocidades de vértigo. Algo también negativo es que, en la alta esfera de la política en Madrid, la educación casi no existe y de las universidades ni se habla.

Si entramos en lo que ocurre en esta región en la que conviven, desde 1998, dos universidades públicas, la UMU y la UPCT, y la privada, UCAM, se puede observar que en esta las titulaciones han crecido sin un mayor problema, por ejemplo, se han puesto en marcha dos grados como son Biotecnología y Veterinaria, lo que quiere decir que el crecimiento de la UCAM está garantizado y no el de la UMU y UPCT.

Es más, hemos tenido una situación en las universidades públicas en las que hemos vivido sin horizonte y sin conocer nuestro futuro. La entrada en la Comunidad Autónoma de Juan María Vázquez como consejero de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación, acompañado de Antonio Caballero como director general de Universidades, ambos profesores de la UMU, ha producido un hecho muy esperado: la firma de un acuerdo de financiación de las universidades públicas por cuatro años que, sin duda, aclara nuestro futuro.

Juan María Vázquez, durante el tiempo que estuvo como vicerrector de investigación en la UMU en el período 2006-2012, demostró un buen talante, así como una buena capacidad en la resolución de los problemas que tuvo que afrontar. Con posterioridad, su intento de ser rector se vio malogrado porque, pese a llevar el mejor equipo, con gente muy capaz como Antonio Calvo, Gloria Víllora o Joaquín García Molina, inesperadamente, perdió frente a José Orihuela. Seguro que algo tuvo que ver la presencia en el equipo de Ángel Pérez Ruzafa, una persona que goza de escasa o nula popularidad en la Facultad de Biología.

Ahora toca cerrar la faena con el apoyo legislativo que deben suponer leyes como la Ley Regional de Universidades, y otra/s relacionada/s con la investigación.

Que así sea.