Los frailes Mínimos de San Francisco de Paula y Alcantarilla
Su devoción en la localidad se remonta al año 1704, cuando llegan a la villa con intención de fundar un convento
San Francisco de Paula, fundador de la Orden de los Frailes Mínimos del mismo nombre. Santo italiano nacido en 1416, ingresó en la orden franciscana, ... visitó Roma después de retirarse a orar a Asís y de este nace la orden de los Mínimos, con unas reglas muy severas. Sería consejero de los reyes de Francia Luis XI y Carlos VIII, de sus escritos se conservan algunas cartas, además de las Reglas Monásticas. Fue canonizado en 1519 y su festividad se celebra el 2 de abril. Aunque en Alcantarilla se le hacía fiesta muy importante el 1º de enero, día de Año Nuevo, y el día anterior, nochevieja, en la plaza del convento se celebraban las famosas 'lumbreras'.
La devoción en Alcantarilla se remonta al año 1704, cuando llegan a la villa los padres Mínimos con intención de fundar un convento, estableciéndose primero en el casi ruinoso convento de la Salud, cerca del paraje del 'puente de las pilas'. Después construirían el actual convento de San Francisco de Paula y el obispo Belluga les concede unas tierras de más de 100 tahúllas, que se denominarían hasta época relativamente reciente el 'huerto de los frailes'. A su custodia estaría también la Virgen de la Salud, Patrona de Alcantarilla. En él habría hospicio, hospital, escuela y hasta un cementerio. Hay que tener en cuenta que en siglo XVIII la sanidad y educación estaban encomendadas a las órdenes religiosas. El origen del actual mercado semanal de los miércoles está en que los frailes sacaban sus hortalizas de su huerto a vender a la plaza del convento, cosa que ha perdurado hasta fecha relativamente reciente en que tristemente lo han trasladado al extrarradio de Alcantarilla. Igualmente, los frailes encargarían al escultor Francisco Salzillo una imagen de vestir de San Francisco de Paula, que desaparecería durante la Guerra Civil en 1936. La colocaron entrando a la ermita en la primera capilla de la izquierda. En el altar mayor se encontraba nuestra patrona, donde permaneció hasta 1967. También los frailes inician las obras para realizar una gran iglesia, que no pudieron terminar por su expulsión en 1835 con la desamortización de Mendizábal. El templo iba a ser bastante parecido a la actual iglesia de los PP Jerónimos, actual UCAM, y del que se encuentra casi en ruinas su portada y el inicio de dos cuerpos de las torres, y hoy todo ello convertido en una fábrica de maderas de utensilios de panadería.
Esta orden, en la actualidad solamente en España tiene casa en Sevilla y Barcelona, donde al parecer se encuentra los archivos del antiguo convento de Alcantarilla. Igualmente se funda una rama femenina de monjas mínimas de estricta clausura y tenemos un convento en Archidona (Málaga). Esta orden se encuentra establecida en Europa, sobre todo en Italia.
El edificio del convento, a partir de 1835, pasa por muchas vicisitudes y ninguna buena. En 1841, el convento propiamente dicho lo adquiere, por subasta, Diego Moreno por 32.869 reales, sin incluir la iglesia-ermita de San Francisco, que no entraría en la desamortización y sería patrimonio de la parroquia de San Pedro Apóstol. Después, sobre 1850, cuando se funda el cuerpo de la Guardia Civil, sería brevemente el primer acuartelamiento de la Benemérita en Alcantarilla. Posteriormente lo adquiere, incluido el inmenso huerto, el matrimonio formado por Bartolomé Soler y Luisa Abellán.
Al fallecer estos lo hereda su única hija, Luisa, casada con Guillermo López-Soler María y, al fallecimiento de estos, lo heredan proporcionalmente Bartolomé, Gabriel, Querubina, Guillermo y Luisa López-Biener Soler, y con ellos entramos plenamente en el siglo XX. Estos a su vez a sus hijos: Guillermina, Mª Dolores, Luisa y Mateo Durán López-Biener, todos fallecidos. El convento es vendido por Luisa y su esposo en colaboración con su hermana Querubina a Juan Pacheco Ruipérez en el año 1949, no sin antes ofrecérselo al Ayuntamiento de Alcantarilla, por una cantidad muy prudente, siendo alcalde López Hurtado, que desaprovechó una oportunidad única para adquirir para la villa un edificio histórico-artístico, que hoy es propiedad de los nietos del citado Juan Pacheco.
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