Fray Domingo Hidalgo, afamado fraile franciscano
LA TRIBUNA DEL CRONISTA ·
Ha sido mucho lo que han dado los residentes del convento de San Esteban a Cehegín; y Cehegín y los cehegineros siempre se lo han devuelto con cariño
El convento de San Esteban, en Cehegín, de la Orden de Frailes Menores de San Francisco, fue fundado en el año 1566 sobre la antigua ... ermita del siglo XV, de donde recibe su nombre por tener esta la advocación del Protomártir. En 1690 nació allí el afamado Colegio de Misioneros Apostólicos, de donde han salido a lo largo de la historia notables personajes del mundo de la religión, la cultura, la literatura, la ciencia, el arte. Conocido por doquier, del Colegio partieron franciscanos que irían predicar a tantas partes del mundo, sobre todo a América. Es el tiempo de mayor esplendor de nuestro querido convento, que después de nacer en el paraje del Romeral sobre aquella pequeña ermita concejil que hemos nombrado, con el tiempo se vino a convertir en un renombrado centro de cultura y espiritualidad.
Entre los franciscanos relevantes, naturales de Cehegín, se encuentra fray Domingo Hidalgo. Hijo de Lucas Hidalgo Fresneda, que es antepasado por línea directa del que redacta estas palabras, fue el mayor de varios varones nacidos del matrimonio entre Lucas Hidalgo y Catalina Ciller, aunque el tercero después de dos hermanas de mayor edad que él. Nació en el año 1670. Su padre, de estado llano, pero relativamente bien aposentado, sin llegar a ser de los ricos de la villa, fue un personaje interesante en esa especie de 'clase media' ceheginera, valga la expresión, en la segunda mitad del siglo XVII y principios del XVIII, pues falleció en 1708. Domingo se vinculó en los estudios con los franciscanos desde muy jovencito. Siendo fraile ingresó como Lector de Sagrada Teología en el mismísimo colegio de la Purísima, de Murcia, afamado colegio franciscano. Allí, durante un tiempo, fue rector interino. Fray Domingo fue un gran predicador. Sabemos que al menos desde 1710 se encontraba en la prestigiosa institución, aunque posiblemente estuvo desde la creación del colegio en 1701. No conocemos la fecha de su muerte ni el convento en el que falleció.
No sabemos si fray Domingo Hidalgo llegaría a conocer a Nuestra Señora de las Maravillas tras la llegada de la imagen a Cehegín, quizá sí, ya que entonces él tendría cincuenta y cinco años, si llegó a alcanzar la edad. Qué dichoso y reconfortado se sentiría de saber que al convento de Cehegín había llegado una talla de Nuestra Señora de tal finura y elegancia. Si vivió esos años, en las visitas a su villa natal y al convento, contemplaría con devoción a la que ya se consideraba patrona de Cehegín casi desde su misma llegada.
Francisco Javier Gómez Ortín, ilustre franciscano, tantos años residiendo en el convento de Cehegín, filólogo de prestigio, me hizo llegar el siguiente rebusco que encontró cuando le solicité alguna noticia sobre fray Domingo Hidalgo.
Hidalgo, Domingo.- n. Cehegín. - «Se (o Le) colocaron (sic) en su camarín de la parroquial de La Raya a Ntro. Padre Jesús el día 22 de enero de 1713, siendo cura propio yo, don Fernando Antonio Pinar, y yo dicho cura, dije la misa, y predicó el P. Fray Domingo Hidalgo, Lector de Teología en el Colegio de Ntra. Sra. de la Concepción de Murcia, de la Orden de San Francisco». (Libro del Archivo Parroquial de la Raya, cit. en Juan José Franco Manzano, Arte y tradición en la Huerta de Murcia. Murcia, Imp. Regional, 2001, p. 244).
Sin duda alguna, hemos rescatado, aunque parcialmente en cuanto a los conocimientos sobre su vida y obra, a un fraile franciscano, ceheginero, gran orador y predicador, persona de nivel cultural muy elevado, que sin duda debió de comenzar y llevar a cabo sus estudios en el convento de San Esteban, pozo de sabiduría y espiritualidad. Seguiremos con la investigación.
Ha sido mucho lo que han dado los frailes del convento de San Esteban a Cehegín, desde aquel lejano año de 1566, y Cehegín y los cehegineros siempre se lo han devuelto con cariño, con fe, con devoción religiosa. Es difícil entender más de cuatrocientos años de historia ceheginera si no hubiera existido el convento. Este pueblo debe mucho a su presencia.
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