Aprender a freír un huevo no te convierte en chef
Muchos son los rasgos que tienen en común todas las profesionales de la enfermería, pero si hubiera que destacar alguno, podríamos hablar de compromiso y ... de responsabilidad hacia los demás. Por ello, cuando escuchas/lees a personas, cuya presencia es muy seguida en los medios y redes sociales, sobre la falta de formación del personal sanitario en general, y de las matronas en particular, o explicando que haciendo «unos cursillos» te conviertes en matrona, saltan todas las alarmas. Y ya no solo porque tales afirmaciones sean falsas, sino porque estas actitudes llaman al intrusismo, y ponen en peligro la salud de las mujeres.
No voy a hacer una exposición de todo el camino que tenemos que recorrer para llegar a ser matrona, pero sí hay que recordar que, tras estudiar un grado universitario (Enfermería), tenemos que pasar una dura prueba de acceso a nivel nacional y conseguir posicionarnos entre las mejores de España, ya que somos la especialidad de Enfermería más solicitada (EIR). Nosotras no hacemos un efímero 'cursillo', no. Nos formamos desde el conocimiento y la evidencia científica. Las matronas somos ciencia, no vendemos humo. Las matronas no limitamos nuestra labor al parto, sino que acompañamos a las mujeres a lo largo de su vida y velamos por su salud sexual y reproductiva que, en cada etapa y en cada mujer, es diferente.
Las mujeres se merecen ser respetadas y tratadas con rigor y profesionalidad. Ellas necesitan, necesitamos, información científica actualizada, y que la atención que reciban sea personalizada, cercana y empática. Es muy peligroso dar credibilidad a aquellas personas sin formación reglada, ni competencias, y que ofrecen servicios 'profesionales' en el ámbito de la obstetricia y puericultura. En sí, la vida de las mujeres conlleva una carga emocional y de roles sociales que se acentúan en aquellos momentos de vulnerabilidad, como puede ser el proceso de la maternidad. Lo que supone una oportunidad de negocio.
En definitiva, aun dando por buena la intención el querer ayudar contando su experiencia, no es admisible confundir y mentir sobre la formación de las profesionales sanitarias.
Señora Pedroche, usted debe saber muy bien que aprender a freír un huevo no te convierte en chef.
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