Victimismo de los presos de ETA

Las movilizaciones convocadas «contra la política penitenciaria de excepción» respecto a los presos de ETA, que se desarrollaron ayer en distintas localidades del País Vasco, ... Navarra y el sur de Francia, son reveladoras del victimismo al que continúan recurriendo los restos de la banda terrorista. Un victimismo capaz de justificar la excepcionalidad de que haya un grupo organizado de personas que se niegan a condenar el terrorismo pasado, al tiempo que reivindica para sí nada menos que la asunción estatutaria de las competencias penitenciarias por la Administración vasca. Ayer el PNV se desmarcó respecto a tales movilizaciones porque el gobierno de Urkullu es ya responsable de las cárceles situadas en el País Vasco. Pero siguió sumándose, contra una mínima coherencia gubernamental, al señalamiento falaz de que hay «una política penitenciaria de excepción», cuando los 'movilizados' tratan de forzar al Estado constitucional a concederles un éxito que cierre el ciclo etarra sin arrepentimiento alguno. Lo más indignante del caso es que los restos de ETA y sus próximos se sienten en el fondo satisfechos del acercamiento de sus presos a sus lugares de origen y de su paulatina aproximación a terceros grados sin contriciones a cambio. Pero quieren más.

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