Acercándonos al futuro de la oncología en la Región
Tras la reciente inauguración de la necesitada ampliación de las consultas del hospital de día de Oncología de La Arrixaca, pasan por mi cabeza una ... serie de reflexiones acerca de la atención a nuestros pacientes oncológicos. En la Región de Murcia, la oncología se enfrenta a desafíos críticos que requieren de una visión estratégica integral y una colaboración estrecha entre pacientes, oncólogos, gestores y políticos. La nueva ampliación de consultas en La Arrixaca, llevada a cabo gracias a una donación generosa, refleja un esfuerzo loable para aliviar la presión sobre los recursos existentes. Sin embargo, se trata de una medida paliativa temporal y subraya la urgencia de implementar el Plan Director anunciado en 2019, el cual es esencial para abordar las limitaciones estructurales persistentes en nuestras instalaciones oncológicas.
El citado plan planteaba la creación de un nuevo centro oncológico, un centro que sirviera de centro regional dedicado a la oncología y que no sólo resolvería los problemas inmediatos de capacidad, sino que también pondría las bases para hacer de Murcia, un claro referente y líder en este escenario. Además, esta acción facilitaría a los pacientes el acceso a un mayor número de tecnologías avanzadas y de ensayos clínicos innovadores, los cuales serían también un imán para las inversiones y fondos europeos que están ahora sobre la mesa.
Es crucial reconocer que el incremento constante en la incidencia del cáncer demanda una respuesta planificada y coordinada que garantice la sostenibilidad a largo plazo de nuestros servicios de oncología. Es por ello que se hace indispensable la coordinación efectiva entre los diferentes niveles de atención, así como la colaboración con entidades privadas y organismos europeos. En este contexto, la creación de una Dirección General u organismo similar para la atención oncológica en Murcia proporcionaría el liderazgo necesario para mejorar la calidad y la eficiencia en la lucha contra el cáncer. Este enfoque no solo mejoraría la atención al paciente y la del entorno familiar de los mismos, sino que también colocaría al Servicio Murciano de Salud al mando del nuevo paradigma de la gestión clínica del cáncer.
La investigación y la innovación en oncología son cruciales para avanzar en el conocimiento médico y, con ello, mejorar continuamente los estándares de atención y consolidar un sistema oncológico adaptable a las necesidades cambiantes de nuestros pacientes. Por esta razón se hace indispensable la colaboración entre el sector público y privado, así como la participación activa de los pacientes y sus familias en el diseño de políticas efectivas en salud.
Al final, la oncología no es solo una cuestión de salud, sino también un reflejo de nuestras prioridades como sociedad. Es fundamental que los cambios políticos y las decisiones de gestión se alineen con las necesidades de los pacientes y sus profesionales. Solo de esta manera se podrá garantizar la mejor atención para aquellos que por desgracia, se enfrentan a una enfermedad tan compleja y difícil como es el cáncer. Es ahora cuando toca demostrar la integridad y el compromiso, no solo de instituciones como la que ha llevado a cabo la mencionada donación, sino la del gobierno regional que ha de coger el testigo con valentía y apostar por un nuevo paradigma en nuestra región.
El filósofo William James dijo una vez: «Si estás lo suficientemente preocupado por un resultado, posiblemente harás algo para solucionarlo.» Esta preocupación personal debe resonar fuertemente en el gobierno regional de Murcia. En este sentido, la implementación efectiva del Plan Director para La Arrixaca, junto con la creación de ese centro regional de oncología, serían los primeros pasos hacia esa mejora de la atención oncológica.
Por el compromiso que tengo para con mi Región, con mi profesión y mis pacientes, quiero a través de estas líneas instar a las autoridades competentes, así como a los profesionales de la salud y a la comunidad científica, a trabajar juntos hacia la consecución de estos ambiciosos objetivos. Solo a través de un compromiso compartido y una colaboración efectiva, podremos asegurar que Murcia continúe ofreciendo una atención oncológica de prestigio mundial y se convierta en un modelo de excelencia para otras regiones en Europa y más allá.
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