¿Existe la maldad en la infancia?
Recuerdo con temor la película '¿Quién puede matar a un niño?' de Narciso Ibáñez Serrador, la sensación inquietante que genera que unos niños de aspecto ... inocente acosen y maten a otras personas. ¿Son los niños buenos por naturaleza? Los datos parecen claros e indican que no.
En España son muy frecuentes las noticias que hablan de bullying o acoso en los colegios: niños que se burlan de otros, que los intimidan, los difaman, los maltratan o los agreden, tanto físicamente como en el ciberespacio. No es tan habitual que un niño llegue a asesinar, aunque también hemos tenido algunos casos desconcertantes.
Si hablamos de Estados Unidos, la cosa empeora mucho y va en una escalada imparable. «En Estados Unidos, cada 3-4 días hay un incidente que involucra armas de fuego en los centros educativos del país». En 1977 Stephen King publicó la novela 'Rabia', una historia de ficción que cuenta la historia de un estudiante que lleva a cabo un tiroteo escolar y mantiene como rehenes a un grupo de alumnos de la escuela. Esta novela se encuentra descatalogada actualmente porque el autor pidió que se retirara de la venta tras aparecer entre las pertenencias de varios adolescentes involucrados en tiroteos en sus centros escolares. Estos actos criminales perpetrados por menores de edad se han intensificado en los últimos años. «2022 se ha registrado en Estados Unidos como el peor año, con más de 257 tiroteos en campus escolares, superando el total de 250 contabilizado durante 2021».
Pero ¿cómo es posible que algunos niños lleguen a asesinar a sangre fría y sin remordimientos?
Según Francisco Pérez Abellán, uno de los mayores investigadores de sucesos del periodismo español, «el criminal no nace sino que se hace en la infancia. Los menores se convierten en delincuentes porque crecen abandonados». Es evidente que hay un componente genético, es decir, niños que son más agresivos por naturaleza, sin embargo, con una educación y un entorno familiar adecuados, estos niños podrían controlar su agresividad innata e integrarse en la sociedad con normalidad.
La información que se ha publicado del caso de José Rabadán (el asesino de la catana) indica que recibía toda la atención (y caprichos) de sus padres, es decir, parece que falló la educación que debía establecer unos límites de conducta y morales.
Según los expertos, las claves para evitar que los niños se vuelvan violentos son: educar en valores, enseñar a respetar la vida, a controlar los impulsos y a lidiar con la frustración, estimular la inteligencia emocional y frenar las adicciones.
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