Cuestión de edad, no de colectivos
LA GUERRA DE LOS COVID (EPISODIO IX) ·
¿Cómo evitamos la mortalidad? Simple, vacunando a las personas en mayor riesgo de fallecer por Covid-19. ¿Quiénes? Los mayoresTitulaba mi anterior episodio 'La vacuna que nos salvará', y en esas seguimos dos meses después en este IX capítulo. Cuando escribí aquella entrega pensaba ... en dejar clara la eficacia y seguridad de esta nueva vacuna, ahora ya no es necesario pues 'casi todos' quieren la ansiada vacuna que nos salvará. Sin embargo, como si fuera un 'déjà vu', me cuesta asumir, una vez más, nuestras tristes realidades.
Europa, y España, vuelven a fracasar en la gestión de esta enfermedad. La vacunación es una buena forma de poner a prueba un sistema sanitario, no en cuanto a su socialización o nivel profesional, que son indudables y meritorios, sino en términos de funcionamiento, organización y capacidad económica. Parece evidente que ni los procedimientos de aprobación, ni los compras y distribución han sido los adecuados. Puede ser demasiado aspirar a un 58% de la población vacunada como en Israel, pero al menos el 35% del Reino Unido o el 20% de USA debería ser asumible. En España solo el 8% de la población ha sido vacunada con la primera dosis, un porcentaje similar al resto de países de la Unión Europea. Pero lo más importante, en USA más del 50% de las vacunas han sido administradas en mayores de 60 años. En España y Europa, no se sabe o no se dice. Parece claro que el problema no es la escasez de vacunas, sino la capacidad para traer estas vacunas y distribuirlas adecuadamente. El mismo 'déjà vu' de la escasez de mascarillas hace un año.
En esta enfermedad existen dos problemas, el contagio y la mortalidad. Sin embargo, el contagio no sería un problema grave, como ocurre en la gripe común, de no ser por la elevada mortalidad de la Covid-19. Partiendo de esta premisa básica, la siguiente pregunta es para qué queremos la vacunación. La respuesta es simple: para evitar el contagio y con ello la mortalidad. ¿Cómo evitar el contagio? Vacunando a la gran mayoría de la población, al menos un 90%. ¿Tenemos esta capacidad? No, no la tenemos a corto y medio plazo como parece claro con nuestro <10% basado en profesionales sanitarios principalmente. Por tanto, si no tenemos suficientes vacunas, el objetivo prioritario ahora no es evitar el contagio, sino evitar la mortalidad. ¿Cómo evitamos la mortalidad? Simple, vacunando a las personas en mayor riesgo de fallecer por Covid-19. ¿Quiénes son estos? Las personas mayores, más edad más riesgo de fallecer, hasta el punto de que el 85% de fallecidos tienen más de 70 años.
La estrategia actual no tiene sentido en una situación de escasez de vacunas, como es nuestro caso
Pues bien, con este simple árbol de pensamiento, ¿por qué nos empeñamos en vacunar por colectivos? Yo no he encontrado la explicación. Esta estrategia no tiene sentido en una situación de escasez de vacunas, como es nuestro caso. En una situación de escasez de dosis, una política dirigida por rangos de edad hubiera sido más eficaz y eficiente desde el principio, e incluso se podría haber añadido el concepto de 'primero la primera dosis', es decir, cuantos más con la primera dosis, mejor. Para hacerlo más sencillo, que hubieran contestado si preguntásemos a quienes se han vacunado ya y tienen menos de 60 años (como estudiantes, docentes, sanitarios no en primera línea y otros): ¿hubierais cambiado vuestra dosis por la de vuestros padres o abuelos? Yo tengo clara la respuesta: la hubieran cambiado.
En este país, como alguien dijo alguna vez folclórico, nos entretenemos viendo cómo se ponen multas por no llevar la mascarilla en la terraza de algún bar, y al ser retransmitido en directo desde alguna telebasura. Tras más de un año de enfermedad, hay quienes se quejan por teletrabajar o por no poder salir con amigos, pero deberíamos reflexionar sobre todos los mayores que sufren encierro y miedo, a la vez que siguen agravándose con otras enfermedades.
Es mi opinión, la estrategia de colectivos no atiende a la gravedad de esta enfermedad en una situación de escasez de vacunas. La última frase la dejo para reivindicar el sentido común y el bien común, la sociedad se mueve hacia la división y el extremismo, y la Covid-19 está dando otro empujón hacia los extremos. En estos momentos, lo prioritario para 'todos' es conseguir la vacunación de toda la población cuanto antes, y primero para aquellos que más sufren y más riesgo tienen de morir, los más mayores.
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