¿Censura, manipulación o solo un error?
Oída y vista la retransmisión en directo del discurso del presidente de la Mesa de Edad, RTVE, al dar el resumen del acto, solo repite las imágenes en las que se oye «pido perdón al pueblo español»
¿Censura, manipulación o solo un error en el tratamiento de la libertad de expresión e información en RTVE? Me refiero al hecho reciente, que debiera ser conocido, con motivo de la sesión constitutiva del Congreso para el inicio de la XIV legislatura, del pasado martes, día 3 de diciembre, protagonizado por Agustín Zamarrón Moreno, conocido especialmente por su parecido físico, como el 'Valle Inclán' del PSOE, diputado por Burgos, médico jubilado, de 73 años de edad, presidente de la Mesa de Edad, que dirigió la indicada sesión inaugural, llamando la atención en su intervención, con un breve y reflexionando discurso sobre el artículo 99 de la C.E., y quien aparte de otras reflexiones de madurez institucional, resaltó la alta responsabilidad delegada y compartida por todos los miembros de la Cámara en la elección del presidente del Gobierno, la dignidad agradecida del cargo y la humildad debida y obligada del político, cuya razón de ser y oficio es el servicio a la ciudadanía, que contrasta con las polémicas formas de acatamiento de algunos diputados, que no solo ponen en duda su legalidad sino también la falta de respeto a la Constitución; así como la sentida petición de perdón, y el reconocimiento y asunción de responsabilidad de todos los integrantes de la Cámara, de no haber logrado poner en marcha la anterior Legislatura ante la falta de los oportunos acuerdos políticos y nombramiento de presidente.
Concretamente, como pudo verse y oírse en la retransmisión en directo de RTVE, textualmente se dijo por el presidente de la Mesa de Edad: «Pido perdón al pueblo español, soberano único, por el incumplimiento en la XIII legislatura del trascendente mandato constitucional de otorgar Gobierno a la nación», como puede comprobarse todavía en internet y retrospectivamente en algunas cadenas televisivas. Y cuyo texto fue troceado o eliminado parcialmente en los telediarios sucesivos de RTVE y en algunas otras cadenas y medios de comunicación.
Fijándonos en el texto original completo, sobre otras palabras, que no sobran tampoco, resultan claves las que hacen referencia al «pueblo español, soberano único» y «otorgar Gobierno a la Nación», cuyo sentido o significado por conocido no es preciso escudriñar aquí, pues además tienen su fundamentación en los artículos 1 y 2 de la C.E., que solo discuten los nacionalistas independentistas que persiguen la secesión de su territorio.
No se trata de una interpretación, pues es un tema presente y constante desde hace años, aclarado y defendido por la Constitución («La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado» y «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española») y «reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones», es decir el sistema de Estado autonómico, aplicable por igual a las nacionalidades -que no a Naciones- y a regiones. Que no es igual que Estado federal, también rechazado por la Constitución. Además, las nacionalidades y regiones, en cuanto integradas en la Nación española, en la que reside la soberanía, carecen de facultad de autodeterminación.
Lo que llama la atención y quiero resaltar es que oída y vista la retransmisión en directo del discurso del presidente de la Mesa de Edad, la misma RTVE, al dar seguidamente el resumen del acto en los sucesivos telediarios, solo repite las imágenes en las que se oye «pido perdón al pueblo español», cortando indisimuladamente las siguientes palabras, o sea los adjetivos «soberano y único», así como la referencia al «Gobierno de la Nación». Esto, dada la trascendencia de su contenido y la autoridad del diputado socialista Agustín Zamarrón, como presidente de dicha Mesa, se hace susceptible de considerarlo cuando menos de falta de rigor y sospechoso de manipulación o censura.
Pero también llama la atención que ni partido político alguno, ni representante de los mismos, ni medios de televisión independientes, o no públicos, prensa escrita u otros medios de comunicación, hayan presenciado la retransmisión o pasen de todo comentario. Lo que hace pensar que el hecho ha pasado, lamentablemente, desapercibido.
Pero yo no he podido dejar de preguntarme, en defensa de un derecho fundamental, como el de libertad de expresión y la libertad de información, si ha sido un error, una censura o una manipulación de ambos derechos fundamentales, recogidos en el artículo 20 de la C.E.
Lo que debiera ser en cualquier caso, al menos, motivo de reflexión.