El lujo de tener casa

Escuché decir a Gabriel Rufián que si «el pan hubiera subido lo mismo que la vivienda, una barra hoy costaría 13 euros». Entiendo que hace ... falta preguntarse de dónde ha sacado ese dato y con qué parámetros se ha calculado. En cualquier caso, es un dato que ayuda a visualizar muy bien cómo ha evolucionado la subida de precios de la vivienda. Y es que hoy la casa de tus sueños es una casa. Sin más. Una casa que sea tuya. Ni mansiones ni lujosos áticos. Una casa, un piso, un lugar que no esté demasiado lejos de tu trabajo, tus vecinos, tu familia y tus amigos. La normalidad de antaño es un lujo hoy. Si compraste hace años, has heredado o tienes suficiente dinero para enfrentarte a los precios desorbitados, felicidades: eres una persona afortunada. Para el resto, es un tema complicadísimo que define y condiciona los proyectos vitales. No tengo ni idea de cuál es la solución. No sé si, como defiende Rufián, es gravar las terceras, cuartas o quintas viviendas con altos impuestos para que no sea un bien especulativo atractivo. No sé si, como proclama Feijóo, hay que bajar los impuestos a los más jóvenes. No sé si las medidas que propone Sánchez son o están siendo eficaces. No lo parece. En este contexto donde la especulación inmobiliaria no para de crecer, necesitamos políticos valientes con propuestas valientes para afrontar este problema que nunca debería haber llegado tan lejos.