La Celestina digital
Cada vez son más los murcianos –tanto jóvenes como maduros– que se adentran en el mundo de las citas a ciegas que las nuevas tecnologías han modernizado a través de aplicaciones para ordenadores y móviles
ALICIA RODRÍGUEZ JARA
Domingo, 20 de noviembre 2022, 10:42
Cada vez son más los murcianos –tanto jóvenes como maduros– que se adentran en el mundo de las citas a ciegas que las nuevas tecnologías ... han modernizado a través de aplicaciones para ordenadores y móviles.
Pasada cierta edad y una vez encarrilada la vida laboral, muchos de los que no han tenido oportunidad de formar familia estable consideran que ya tienen casi todo visto y que pocas personas interesantes quedan por conocer en sus entornos. Pero los tiempos cambian y las citas a ciegas se modernizan, ¿por qué no pueden ser una alternativa?
Existen muchos tópicos (la mayoría machistas), pero lo cierto es que ninguno de ellos es contrastable: ni es algo exclusivo de mujeres desesperadas ante una soltería forzada por sus carreras profesionales, ni recurren a ellas divorciados melancólicos ni mucho menos es algo propio de adolescentes que padecen una severa timidez.
Las citas a ciegas funcionan. Lo que no sirve es creer que son la panacea para el mal de amores. No son más eficaces que otras formas tradicionales de conocer gente nueva y potenciales parejas. Funcionan como funciona ir a una cena entre amigos y conocer allí al amor de tu vida que, casualmente, en ese momento estaba soltero (o no). Este tipo de citas son una opción más, un escenario más, aunque ligeramente orquestado. Como todas herramientas, depende de cómo se utilicen y con qué expectativas.
Lo seguro que se tiene en común con la persona con la que uno o una se ha citado es que ambos buscan pareja o una aventura, como la mayoría de solteras y solteros en la Región. A partir de ahí queda todo por hacer: darse a conocer, explorar en el otro todo aquello que se considera relevante, experimentar cierta química, despertar con creatividad nuevos encuentros... Es decir, queda la vida misma por delante.
Quien se lleva la sensación de que la cita a ciegas es un fracaso, es quien ha depositado sobre ella expectativas demasiado infladas. Hay quien lo considera una relajación de costumbres, pero realmente es una opción para superar uno de los mayores males de nuestro tiempo, que es la soledad.
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