¿Qué camino debo tomar?

¿Qué camino debo tomar? Pregunta Alicia. Depende dónde quieras ir tú? Le respondió el gato Cheshire. En el libro 'Alicia en El País de las Maravillas', de L. Carroll, se expresa con la sencillez de un cuento que el camino a elegir depende del objetivo que persigamos. La grave crisis económica y social derivada de la pandemia que padecemos nos exige confeccionar un plan. Una situación de crisis es momento adecuado para eliminar o reducir las debilidades, mejorar e incrementar las fortalezas y para explorar e iniciar nuevos caminos con estrategias innovadoras. La crisis como oportunidad de mejorar. El plan en la Región de Murcia para superar esta grave crisis debería contemplar entre sus objetivos:

a) Reducir las debilidades, tales como precariedad laboral, salarios bajos, pobreza infantil, deficiencias en infraestructuras, la recuperación del Mar Menor como actuación relevante y prioritaria, etc...

b) Intensificar nuestras fortalezas en sectores claves como la agricultura, que necesita un pacto regional del agua, la industria agroalimentaria, en el turismo de calidad y de interior, es prioritario superar el conflicto agricultura-turismo-ocio en el Mar Menor y conseguir el vertido cero, más relevancia a la economía social, potenciar el Puerto de Cartagena y la ciudad de Murcia como área metropolitana de servicios y amplia actividad cultural, y también trabajar con los sectores tradicionales como palancas tractoras con las que desarrollar distritos industriales fomentando la cooperación entre pymes auxiliares, de apoyo, de servicios a esos sectores. De esta forma conseguiríamos aumentar la escala de las empresas regionales. En estos sectores tradicionales es preciso intensificar la productividad y la generación de valor añadido en sus empresas y desarrollar un proceso de modernización e innovación a través de la optimización y mejora de sus procesos.

c) Abrir y potenciar nuevas iniciativas en sectores innovadores, estratégicos, en concordancia con un desarrollo sostenible y que tengan en cuenta el cambio climático. Ya están iniciándose en nuestra Región y se deben transferir al mundo de la empresa. Tenemos centros de investigación encabezados por las tres universidades con gran capacidad y calidad investigadora, generadores de investigación y desarrollo (I+D), pero que se debe traducir en innovaciones y es ahí donde ha de aparecer el capital público-privado que se precisa. En el sector salud, somos punteros en investigación, por ejemplo en secuenciación del ADN, caracterización molecular de enfermedades o la producción de biomoléculas funcionales nutricéuticas y cosmecéuticas, antioxidantes, antitumorales. En el sector energía con grandes capacidades investigadoras, pero no explotadas a nivel de empresa y generación de empleo, la energía solar fotovoltaica y la térmica, como sector emergente de desarrollo, como una oportunidad para propiciar un sector de actividad orientado a producción de elementos como células solares, montaje, asesoramiento, instalaciones, mantenimiento, instalaciones minieólicas en industrias y viviendas. En Agua y Medio Ambiente tenemos capacidad investigadora y tejido empresarial por encima de la media nacional, pero débil en generación de empleo. Se podrían potenciar materiales biodegradables y reutilizables, sustitución de productos químicos por biológicos, valorización de residuos del sector agroalimentario, por ejemplo el de la alcachofa, eliminación biológica de residuos de ganadería o desarrollo de empresas innovadoras relacionadas con la cadena de producción de la acuicultura, desde la cría de los ejemplares, alimentación, cura enfermedades, etc. En nuevos materiales y productos, es transversal a muchos sectores tradicionales, por ejemplo el conocimiento y desarrollo de nanosensores y biosensores, de aplicación en servicios médicos o en domótica. En el sector TICS, también tenemos buenas semillas que necesitan crecer en la actividad industrial, por ejemplo industria 4.0, minería de datos, inteligencia artificial, biotecnología para alimentación, apoyo decidido a las 'startups'... Pero, es importante saber que un plan se convierte en eficaz y útil cuando se identifican y se le asignan los medios necesarios para su realización. Saber el qué suele ser garantía de encontrar el cómo, en planes personales que necesitan básicamente actitudes. En la economía definir el qué del plan es condición necesaria pero no suficiente, es imprescindible contar con los medios, fundamentalmente financieros. Tener claro lo que se quiere y no contar con los medios suele ser engañoso y frustrante. Por ello, en un plan económico, tan importante es definir objetivos y actuaciones como buscar los medios necesarios. Se requiere que el gasto público gane en eficiencia eliminando la grasa, como aquel gasto del que se puede prescindir sin que se resientan los servicios básicos. Tener una lista ambiciosa de actuaciones y objetivos no califica de bueno el plan, la clave está en la priorización de las mismas y la asignación de recursos. Para no quedar en papel mojado, la eficacia y utilidad del plan requiere de un seguimiento, control y evaluación periódica de su desarrollo.

A nivel regional, para la eficacia de cualquier plan, además de activar todos los medios propios, es imprescindible contar con la implicación del Gobierno español y de la Comunidad Europea. Se requiere una actitud reivindicativa, a la vez que seductora. Lo importante no son las fuertes protestas, sino conseguir los medios que nos permitan desarrollar nuestro plan. Para estas reivindicaciones y protestas, la fuerza de la unidad política garantiza los mejores resultados. También es necesario contar con la participación activa de las organizaciones empresariales, sindicales, economía social, universidades, colegios profesionales.

¿Qué camino debe tomar nuestro plan? En situaciones de tormenta hagamos caso a Machado: «Solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire, jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela».