En la mañana del lunes 16 de agosto no sabíamos que iba a comenzar la mayor catástrofe medioambiental de la historia de nuestra Región. El ... Mar Menor pedía auxilio y volvíamos a revivir la misma escena de 2019: miles de peces muertos llegaban a las orillas de las playas ribereñas. El dolor, la impotencia y la rabia se adueñabam de cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de la Región de Murcia, que no entendían cómo se podía volver a estar repitiendo la misma historia, el mismo dolor, la misma tragedia.
Como digo, no sabíamos que ese lunes iba a comenzar esta tragedia, pero sí sabíamos que pronto podía pasar.
La inacción y la dejación de funciones de sucesivos gobiernos del Partido Popular durante 26 años han sido las causantes de este ecocidio. En el año 1987, un Gobierno regional socialista aprobó la Ley de Protección y Armonización de Usos del Mar Menor. El objetivo de aquella Ley era proteger la laguna ordenando los usos del suelo, pero el Partido Popular la llevó al Tribunal Constitucional porque, según ellos, invadía competencias del Estado. En el año 1994, ese tribunal sentenció que las competencias para proteger la laguna eran (y son) de nuestra Comunidad Autónoma.
A pesar de la sentencia del Tribunal Constitucional, el Partido Popular, Ramón Luis Valcárcel y Federico Trillo no cejaron en su empeño y en el año 2001, a través de una disposición adicional de la Ley del Suelo, derogaron la ley que protegía el Mar Menor.
De aquellos polvos, estos lodos. Hoy, uno de los tesoros medioambientales más importantes de Europa grita pidiendo auxilio. Y lo hace porque durante más de 26 años han habido presidentes de la Región y consejeros que han mirado hacia otro lado; porque no se han clausurado –ni se ha pensado, siquiera– las 8.000 hectáreas de regadíos ilegales; porque no se ha puesto freno a los nitratos de la agricultura intensiva que llegaban a la laguna; y porque el respeto y el cuidado de nuestro ecosistema está en el final de la lista para el Partido Popular.
Desde el PSOE tenemos claro que hay que actuar de inmediato para salvar el Mar Menor, que ya no vale proteger a unos pocos y que hay que poner por delante el interés general y el medio ambiente. Creo indubitadamente que es necesario utilizar parte de los 400 millones de euros de los fondos europeos 'Next Generation' para generar un cinturón verde entorno a la ribera de Mar Menor. Hay que convertir la franja de protección de los 1.500 metros en un gran escudo de protección. Tenemos el compromiso del Gobierno de España para ello.
Pasar a la acción y no tirar balones fuera. Es el momento de poner todo nuestro empeño y nuestro corazón en salvar el Mar Menor. No podemos dejarlo morir.
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