125 años del 'Reina Regente' y 'El naufragio'
El 10 de marzo de 1895 se produjo el naufragio del 'Reina Regente', el mejor buque de guerra y orgullo de la Marina española. Se trataba de un crucero protegido construido para la Armada española en los astilleros James and George Thompson, de Clydebank (Escocia). Es considerado como el primer crucero español de moderna factura del que dispuso la España de la Restauración.
El último viaje que realizó el buque fue desde el puerto de Tánger a Cádiz, a donde había ido para llevar a representantes políticos del sultán que habían mantenido reuniones de trabajo en España. En el viaje de regreso a Cádiz, bajo una fuerte tormenta y sin que se conozcan con certeza las causas, desapareció sin dejar rastro, perdiendo la vida 412 tripulantes entre los que había 46 cartageneros. La noticia produjo en la ciudad departamental una fuerte conmoción. El acontecimiento movilizó al pueblo de Cartagena que abrió suscripciones públicas para ayudar a las familias y especialmente a los huérfanos.
El poeta Vicente Medina ya empezaba a ser conocido en los ambientes literarios de Cartagena y conmocionado por la noticia –era funcionario de la Armada– y animado por algunos amigos decidió escribir un poema donde reflejar sus sentimientos, obra que dio a conocer en los primeros días de abril con el nombre de 'El naufragio', editada en la imprenta del periódico la 'Gaceta Minera' y en cuya introducción señalaba: «Cuatro palabras sinceras al lector: No tengo pretensiones de poeta: sin la intervención TIRÁNICA de amigos bondadosos, no habría salido a la luz este poemita. No creo que mis versos merezcan entretener a la crítica; mas, si por ventura lo merecieran, cumpla en buena hora con su deber; sea su fallo adverso o favorable, cuente de antemano con mi respeto». La mayor parte del producto de la venta, si es que tiene alguna, de esta obrita, se destina al socorro de las familias pobres de las víctimas del 'Reina Regente'. De este modo, lavo el pecado de su publicación y aplaco los remordimientos de mi conciencia.
El pequeño libro costaba 25 céntimos de peseta y el producto de la venta de esta primera edición, que fue de cuatro mil ejemplares, se distribuiría de la siguiente forma: el 50% a las familias pobres de las víctimas del 'Reina Regente', el 20% a los encargados de la venta y el 30% para gastos de edición.
El poema está realizado en endecasílabos, con una descripción altisonante. Recibió un buen apoyo por parte de la crítica local, aunque al poeta no le entusiasmó demasiado. A pesar de las consideraciones del poeta sobre su obra, la prensa lo recibió con cariño, en el 'Diario de Murcia' (7-4-1895) podemos leer en relación al poema y a su autor «que tanto tiene adelantado para ser bueno, con ser desde luego obra de caridad».
En 'Las Noticias' (5-4-1895) se podía leer en relación a esta primera publicación del poeta:
«¿Y quién es Vicente Medina? Aquellos de nuestros lectores que, cuidadosos e interesados por todo lo que se refiere a esta localidad, hayan conocido cuantas muestras ha dado, siquiera en pequeña escala, la literatura de murallas adentro, sabrán seguramente que Vicente Medina es el autor de esos cantares que, de tarde en tarde, han aparecido en algunos periódicos locales llamando, a nuestro entender con gran justicia, la atención de los que, en estas cosas de letras, tienen formado buen gusto y ganado buena fama. Lamentables acontecimientos recientes, de tal manera lamentables que, aunque se hagan añejos por el tiempo, siempre serán recientes para el dolor, han impresionado al poeta de los cantares, y le han inducido a hacer, al mismo tiempo que una obra literaria muy digna de alabanza, otra de caridad que ha conquistado todas nuestras simpatías».
El poeta ocultó siempre en su bibliografía la existencia de esta primera publicación, puesto que consideraba que no estaba a la altura que debía. Sin embargo, fue la puerta que le abrió al mundo de las ediciones que ya nunca abandonaría.
