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Los metales pesados y el Mar Menor

Nunca olvidemos que estos elementos forman siempre parte de nuestro entorno

Martes, 10 de marzo 2020, 22:42

La Sierra Minera de Cartagena-La Unión llegó a ser una de las explotaciones más importantes de hierro, plomo y zinc de toda España. Esta zona, en la que íberos, fenicios, cartagineses y romanos desarrollaron una intensa actividad en la antigüedad, experimentó su mayor auge en el siglo XIX, y posterior reactivación tras la Guerra Civil a través de minas a cielo abierto en las que ya se trataba gran volumen de roca, lo que ocasionó una modificación muy intensa del paisaje, empezando a construirse las balsas y presas (depósitos) con residuos de lavado de mineral. La crisis del sector siderometalúrgico de los años 1980 provocó un abandono paulatino de la minería hasta su cese definitivo en 1991.

Los minerales explotados consistían en menas de hierro tales como oxi-hidróxidos, sulfuros, sulfatos, carbonatos y silicatos; sulfuros de plomo, zinc y hierro, y óxidos de plomo y zinc.

He aquí el punto de partida de los metales que en la actualidad se han hecho tan famosos, pues en la prensa que hace referencia al estado de degradación del ecosistema lagunar del Mar Menor es usual poder leer artículos sobre la afección que sufre por los metales pesados.

Los investigadores apostamos por la fitoestabilización para la restauración de las cuencas mineras

En este diario apareció una noticia sobre la laguna en la que se hacía referencia a un estudio desarrollado desde mi grupo de investigación para la Confederación Hidrográfica del Segura en el que se concluye la superación de los niveles genéricos de referencia (NGR) en los sedimentos de las tres ramblas estudiadas, algo obvio si analizamos el contexto actual. Aunque para los más profanos en la materia el tema sea primicia, no lo es. Ya en el año 1973 Jacqueline Simonneau de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse tras realizar un estudio de detalle de la vertiente de la Sierra Minera y de la totalidad de los fondos del Mar Menor (un trabajo excelente y más para esa época) mencionada los muy elevados contenidos de plomo, cobre y cinc, que llegaban a alcanzar contenidos de 5%-10%. Eso sí, por ese entonces, nada de relacionar con los NGR. Después han sido cientos los trabajos realizados por personal investigador de universidades, CSIC, IGME, entre otros. Son contribuciones muy valiosas que concluyen datos semejantes.

La sierra de Cartagena y La Unión fue una de las explotaciones de hierro, plomo y zinc más importantes

Lo realmente importe son las pautas que los investigadores proponemos para la restauración hidrológico forestal de las cuencas mineras, incluyendo obras, tanto en el lecho de las ramblas y cuenca como la estabilización y revegetación de los depósitos. Apostamos por la fitoestabilización. Ante la creciente preocupación en la sociedad sobre esta problemática, la administración general del Estado, a través del organismo de cuenca y la comunidad autónoma desde el Prasam (Plan de Recuperación Ambiental de Suelos Afectados por la Minería), con las direcciones generales de Minas, Medio Ambiente y Mar Menor especialmente, están promoviendo actuaciones. Aunque el fin esencial es la mitigación del impacto, estamos hablando de una parte de la vertiente al Mar Menor, que es una cuenca minera y que este ecosistema es el final de la cuenca de sedimentación.

Aunque debemos actuar cuanto antes mejor, nunca olvidemos que los metales formaran siempre parte de nuestro entorno y las condiciones físico-químicas son la salvaguarda que impide en muchísimos casos que los metales sean disponibles y solubles.

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