Agustín Lahora en Cuatro Calas, en Águilas. ANDRÉS RIBÓN / AGM
Responsable del Departamento de Control de Vertidos de Esamur y descubridor de especies vegetales

Agustín Lahora: «La incultura del 'matojo' es consustancial a la Región»

«Si se hubieran respetado los humedales periféricos del Mar Menor, se habrían evitado males mayores»

G. S. FORTE

MURCIA.

Martes, 7 de diciembre 2021, 21:08

La formación y la divulgación científica es la vía que este especialista en botánica tiene para contribuir a un planeta mejor. «No hago voluntariado ambiental ... ni pertenezco a ningún grupo ecologista ni ONG», reconoce Agustín Lahora (Pulpí –Almería–, 1962). «Trato de generar conocimiento a través de publicaciones y congresos», resume el actual responsable del departamento de control de vertidos de la Entidad de Saneamiento y Depuración de la Región de Murcia (Esamur).

Publicidad

–¿Trabajar en la depuración de aguas le hace a uno más sensible con el medio ambiente?

–Sensibilidad ninguna, en temas medioambientales busco información e intento ser objetivo. Pero es cierto que trabajar con el agua me da una visión muy amplia del estado del medio ambiente. El mar es agua, las nubes son agua, la vida es agua, el agua lo absorbe todo, lo disuelve todo y es un buen indicador del estado general del medio ambiente. Pero creo que el problema medioambiental que tendríamos que atender con mayor urgencia es la pérdida de biodiversidad. Los animales y las plantas están desapareciendo a gran velocidad y esta sexta extinción en masa producida por el ser humano está teniendo graves consecuencias para la humanidad y se agravará en el futuro. Pero todos los esfuerzos se están dedicando a la atmósfera, que es un tema importante, pero acapara todos los medios y eclipsa a otros problemas medioambientales tanto o más importantes.

TESOROS OCULTOS

«Todavía se pueden hallar nuevas especies sin viajar a selvas remotas; están aquí»

–Atesora usted fama de descubridor de especies vegetales. ¿Cuál es su trayectoria en este ámbito?

–Soy bastante analítico y cuando encuentro alguna planta que me parece rara lo comento con los botánicos profesionales, y junto con ellos he descrito alguna especie nueva endémica del sureste. Todavía se pueden descubrir especies nuevas sin necesidad de viajar a selvas remotas, están aquí. Pero, como es muy difícil vivir de la botánica, muchos de los descubrimientos los hacen botánicos aficionados. La botánica no está de moda y eso nos está privando de un conocimiento completo de la biodiversidad. Muchas especies se están extinguiendo antes incluso de conocer su función en la naturaleza, y con ellas se pierden para siempre todas sus posibles aplicaciones medicinales, alimentarias, industriales y como ya he dicho, eso es muy grave para el futuro de la humanidad.

Publicidad

–¿Qué ensalza de nuestra flora?

–Creo que todas las plantas son importantes, pero hay que destacar las que son endémicas de Murcia, las que de todo el planeta solo podemos encontrar aquí. La siempreviva de Lorca, el garbancillo de Tallante, la clavellina de Sierra Almenara, el rabogato de Cartagena, y unas cuantas más. Pero si tengo que destacar alguna sería la esparraguera del Mar Menor, descrita como nueva para la ciencia en el año 2013 y cuyos genes pueden servir por ejemplo para mejorar la producción de los espárragos comestibles en el futuro. Sin embargo, sus poblaciones han sido destruidas y apenas quedan unos pocos ejemplares en La Manga y alrededores del Mar Menor. Esto es una pérdida irreparable e irresponsable.

–¿Cuidamos bien en la Región de Murcia nuestra flora?

–Está totalmente maltratada y no se respeta. Basta recordar la 'limpieza' con tractor de las playas de Calnegre en 2019 que arrasó la vegetación natural. Eso es un acto de auténtica barbarie e ignorancia que debería avergonzarnos como sociedad. La incultura del 'matojo' es consustancial a Murcia. Mantener una cobertura vegetal que esté en equilibrio con las condiciones climáticas locales, proporciona enormes beneficios, y en el Sureste no tienen por qué ser necesariamente árboles, porque espartales y matorrales hacen esa función. Las avenidas serían menos graves y tendríamos más recursos hídricos si no se hubiera despojado a las cuencas y sobre todo a los piedemontes de las montañas de su vegetación. O si se hubieran respetado los humedales periféricos del Mar Menor con su vegetación natural habrían actuado como amortiguador de los nutrientes y habrían evitado males mayores. Esto son solo dos ejemplos.

Publicidad

–¿Cómo acabó ocupándose del departamento de control de vertidos de Esamur?

–Enfoqué mi carrera profesional hacia el agua desde siempre. A finales de los 80, cuando terminé la carrera, se estaba gestando en Europa la Directiva de depuración de aguas residuales, me formé en ese campo porque le vi un gran futuro profesional y, efectivamente, con la aplicación de la directiva en 1991 hubo una gran demanda de profesionales, sobre todo en Murcia donde, se ejecutó un plan de saneamiento ejemplar con la construcción de un parque de depuradoras que consiguió sanear el río Segura y regenerar el agua de la totalidad de la población, y ahora se puede usar para riego agrícola. Es un ejemplo de economía circular alabado en toda Europa. Aquí aporto mi trabajo para cuidar el agua y así me he hecho totalmente murciano.

CONSERVACIÓN

«Los esfuerzos por la atmósfera eclipsan otros problemas medioambientales muy importantes»

–Si le dan a elegir, ¿se queda con su trabajo en el saneamiento de aguas o se tiraría todo el día buscando especies por el campo?

Publicidad

–Mi profesión es el agua, la botánica es una afición para el tiempo libre. Además, para descubrir una nueva especie más del 99 por ciento del trabajo es de estudio y laboratorio. Aunque parezca lo contrario, describir una nueva especie es más cuestión de bata que de bota, como decimos los biólogos.

–Más allá de su ámbito profesional y su condición de biólogo, ¿qué cuidados con el medio ambiente realiza en su día a día?

–He tenido la gran suerte de nacer y pasar mi infancia en un medio rural, donde todavía teníamos que transportar el agua hasta las casas, criar a los animales y las plantas que nos servían de alimento y todo esto con gran esfuerzo, sin máquinas que lo realizaran. No existía la basura, todo se reciclaba. Creo que de ahí viene mi respeto al agua, a los alimentos y a la naturaleza. Aunque actualmente todo es muy diferente trato de aplicar lo que aprendí. Aquella época era realmente ecológica. Y tampoco había herbicidas.

Publicidad

–¿Qué rincón natural de la Región de Murcia es su preferido?

–El interior de la provincia es muy bello, pero los paisajes áridos son mis preferidos. Algún punto salvaje entre Cartagena y Águilas, un cabezo, una rambla, un barranco, quizá un roquedo o una peña solitaria.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad