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El investigador del IEO Juan Manuel Ruiz disfruta de la playa de La Llana. Antonio Gil / AGM

Juan Manuel Ruiz: «La ansiedad desarrollista puede llevarnos a perderlo todo a corto y medio plazo»

«El calentamiento del agua es una amenaza importante para la vida marina», advierte el científico titular del IEO

Martes, 30 de enero 2018

Se mueve como pez en el agua cada vez que se sumerge en el mundo de la ecología marina para investigar el estado de las praderas y el impacto del hombre en estos ecosistemas. Juan Manuel Ruiz (Madrid, 1966) es científico titular del Instituto Español de Oceanografía y un apasionado del buceo. «Trato de entender cómo funcionan las praderas marinas y cuáles son sus mecanismos de respuesta a los cambios del medio», asegura. «Desde fuera, vemos el mar como algo inmenso que todo lo puede y nada le afecta, pero los ecosistemas marinos son más vulnerables de lo que parece», advierte con preocupación.

-Imagino que su lugar favorito está bajo el mar...

-Ahí es donde mejor me siento. Pero, si tengo que destacar algún lugar sobre la tierra, me encantan la playa de La Llana, en San Pedro del Pinatar. Aquí vivo desde hace bastantes años. Cuando empecé a frecuentar estos entornos a pie, en bici y en kayak me di cuenta de que era un privilegiado por vivir y trabajar en una zona como esta.

LO QUE DICE SOBRE...

  • El gran reto «Ser capaces de integrar el medio ambiente en nuestro modelo de desarrollo socio-económico y no relegarlo a algo pintoresco y casi folclórico»

  • El mar «Lo vemos como algo inmenso que todo lo puede y nada le afecta; a pesar de esa inmensidad, es más vulnerable de lo que parece»

  • El futuro «Si no hemos aprendido la lección del Mar Menor, tendremos muchos 'mares menores' que lamentar en el futuro»

-¿La vida se ve con otros ojos desde las profundidades?

-Es como otro planeta. Desde fuera vemos el mar como algo inmenso que todo lo puede y nada le afecta. Cuando atravesamos la barrera de la superficie, nos damos cuenta de que, a pesar de esa inmensidad, el ecosistema marino es más vulnerable de lo que parece. Cuando un bosque se quema, observamos el desastre y no hacen falta científicos que expliquen esa catástrofe. Sin embargo, poca gente puede atisbar lo que pasa cuando el mar está contaminado. Si te sumerges y analizas lo que ves, te das cuenta del daño que producen nuestras acciones.

-¿Qué se le pasa por la cabeza si le digo 'estado de conservación medioambiental de la Región'?

-¡Uf! Muchas cosas. En cuanto a la parte marina, no veo con demasiado optimismo el estado de conservación de la Región, sobre todo, después del desastre del Mar Menor. La ansiedad desarrollista puede llevarnos a perderlo todo a corto y medio plazo. En la Región se concentran variadas y valiosas representaciones de los ecosistemas costeros y submarinos del Mediterráneo, extremadamente vulnerables a la urbanización masiva, a la contaminación y a las infraestructuras costeras. La vocación turística de la Región parece entrar en conflicto con la conservación de este patrimonio único. Si somos inteligentes, sabremos hacerlo de forma compatible.

-¿Hay más concienciación con la naturaleza que antes?

-Sí, pero no la suficiente. Yo pongo el ejemplo de lo que ha pasado con las praderas de 'Posidonia oceanica'. Mucha gente ve como basura los restos de estas plantas en las playas. Es absurdo que las administraciones, para satisfacer a unos pocos veraneantes cabreados, sigan gastando dinero en retirar esos restos, cuando deberían defender su presencia como parte de la idiosincrasia de los entornos naturales y salvajes. Hay que reconocer el trabajo que han hecho muchas asociaciones, ayuntamientos y colectivos para la difusión de este problema. A pesar de todo, la concienciación no es generalizada ni se encuentra integrada en nuestro modelo de desarrollo y convivencia.

-¿Qué le preocupa?

-Las figuras del investigador y del biólogo no están valoradas. Y eso nos frustra. Da envidia ver cómo en otros países ocurre lo contrario. Cuando se nos reclama como expertos, parece que se hace solo por cubrir el expediente. El criterio científico se pisa sin contemplaciones por el político o el económico. España es un país en el que se tiende a sentar cátedra de cualquier cosa sin tener conocimiento alguno del tema que se trate. No solo no hay respeto al conocimiento, sino que no se le atribuye función ni utilidad alguna en nuestra sociedad. Esto refleja un problema educativo de carácter estructural.

-Hablemos del Mar Menor.

-Lo del Mar Menor ha sido un 'shock' para todos los investigadores. Desde el punto de vista sentimental, es una laguna salada icónica de la Región. Y también ha supuesto un choque desde el punto de vista intelectual. Lo que ha pasado es de libro, porque está explicado en cientos de textos de biología y ecología, y ya se predecía en decenas de informes científico-técnicos desde la década de los ochenta. Sabíamos qué iba a ocurrir, pero no cuándo.

-Continúe, por favor.

-A mí me ha impresionado mucho su magnitud. Ahora estamos volcados en su estudio, ya que las soluciones deben pasar necesariamente por el conocimiento científico, pero eso no es suficiente dada la complejidad. La solución del Mar Menor no es inmediata ni fácil. Las presiones sociales y políticas solo nos van a llevar a tomar decisiones erróneas basadas en ansiedades y prisas por parte de intereses particulares.

-La alta temperatura del agua, prolongada después del verano a consecuencia del cambio climático y el calentamiento global, puede ser una de las causas de muerte de especies de flora y fauna, como gorgonias y posidonia.

-El calentamiento del agua es una de las amenazas más importantes para la vida marina, pero el alcance de sus efectos aún no está bien comprendido. En la Región hemos relacionado estos episodios con la muerte de corales y esponjas en lugares de tan elevado valor ecológico como la Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas. En Baleares se vio que estas olas de calor aumentaban de forma significativa la mortalidad de posidonia, pero eso no se ha observado en la costa mediterránea peninsular. Sí se ha comprobado que la reproducción sexual de esta especie aumenta, lo cual podría interpretarse como un mecanismo adaptativo para superar el calentamiento del medio. Al final, todo será un balance entre los efectos negativos y positivos.

-¿Están explotados los recursos naturales de la Región?

-Es una pregunta compleja. Todos los recursos de los ecosistemas marinos están siendo explotados. La cuestión es si se encuentran en un estado de sobreexplotación o si, por el contrario, están en una etapa de explotación sostenible. Afortunadamente, en la Región se han protegido las praderas de posidonia frente a las amenazas de la pesca, que ha visto reducida drásticamente su flota. La pesca artesanal bien gestionada es compatible con la conservación de las praderas y debería ser protegida y fomentada aquí. También se destruyeron estas praderas en algunas zonas de la Región para hacer playas artificiales o se vertieron millones de toneladas de estériles mineros altamente contaminantes.

-Usted, ¿qué hace para ser más sostenible?

-Todo lo que está al alcance de mi mano. Reciclo basura, pilas, aceites... Voy en bici siempre que puedo. Pero creo que es difícil ser sostenible en el día a día. Para mí es una cuestión de actitud. Como científico, siento que tengo cierta responsabilidad, y lo pongo en práctica a través de artículos, entrevistas y charlas.

-¿Cuál es la asignatura pendiente?

-Hacer que el medio ambiente sea importante y no solo una pose o un folleto. Después de lo del Mar Menor, si no hemos sido capaces de aprender la lección, significará no solo que el problema de la laguna no tendrá solución, sino también que tendremos muchos 'mares menores' que lamentar. El gran reto, para mí, es ser capaces de integrar el medio ambiente en nuestro modelo de desarrollo socio-económico y no relegarlo a algo pintoresco y casi folclórico.

La playa de La Llana, una belleza incomparable

La playa natural protegida de La Llana, situada en el parque regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, es uno de los lugares favoritos y singulares para el investigador del IEO Juan Manuel Ruiz, quien aprovecha ese entorno para disfrutar y desconectar. «Me encanta practicar deporte los fines de semana en esta zona costera porque es realmente impresionante», confiesa Ruiz, quien se siente un apasionado del litoral murciano. Con 700 metros de longitud y una anchura media de 10 metros, La Llana conforma un paraje único de una belleza paisajística incomparable.

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