Una mujer guarda una pieza de carne en el frigorífico. Freepik

La seguridad alimentaria en verano

ARTÍCULO DE OPINIÓN ·

Álvaro Mateos Amann, presidente de la Sociedad Científica de Salud Pública Veterinaria (AVESA)

EFQ

Murcia

Martes, 8 de julio 2025, 00:36

Con el calor aumenta el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias, ya que favorece el crecimiento de los microorganismos relacionados con los alimentos. Más de la mitad de las intoxicaciones alimentarias ocurren en el hogar y son debidas a la preparación inadecuada de alimentos.

Publicidad

Las medidas de control de las empresas que producen alimentos previenen las intoxicaciones alimentarias. Sin embargo, en muchos casos, el consumidor es el responsable de que se originen estos problemas por no hacer un uso adecuado del producto. Los alimentos mal cocinados, la contaminación cruzada y la falta de higiene son factores clave en las intoxicaciones. De ellas, las más frecuentes son salmonela, hepatitis A, intoxicaciones por botulismo, gastroenteritis por enterotoxina estafilocócica o parasitosis por triquina o anisakis.

Hace más calor y, al igual que adoptamos cambios en aspectos tan simples como la ropa que usamos, también debemos modificar nuestros hábitos de conservación y manipulación de alimentos.

Álvaro Mateos Amann, presidente de Avesa. A.

Desde la profesión veterinaria remarcamos unos sencillos consejos:

Programar compras: que no coincidan con las horas de mayor calor y evitar que pasen más de dos horas; y elegir el menú y las cantidades para evitar sobras.

Refrigeración: Mantener carnes, pescados, lácteos o huevos por debajo de 4ºC; no sobrecargar la nevera, el aire debe circular a través de los sistemas de ventilación; y descongelar en la nevera, bajo el chorro del agua fría o en el microondas, pero nunca a temperatura ambiente.

Publicidad

Cocinado completo: usar temperaturas por encima de 70ºC durante dos minutos; el consumo de alimentos crudos no es seguro; y carnes y pescados siempre bien cocinados.

Sobras: conservarlas en caliente a +60°C o en frío por debajo de 5°C; no dejarlas más de dos horas a temperatura ambiente; enfriar lo antes posible; y no guardar las sobras más de tres o cuatro días.

Higiene de manos y superficies: lavarse con agua y jabón durante 20 segundos; utilizar tablas separadas para carnes crudas y vegetales; el lavavajillas es siempre la mejor opción; usar lejía para desinfectar, pero siempre con agua fría; y retirar los restos no comestibles, basura.

Publicidad

Evitar la contaminación cruzada: no usar los mismos utensilios para alimentos crudos y cocidos; almacenar los alimentos crudos tapados (film o envases con tapa); limpiar siempre las frutas y verduras; desinfectar con lejía los vegetales que se consumen crudos (tipo lechuga), aclarando luego con abundante agua; y el trapo de cocina o bayeta pueden ser una fuente de contaminación, de ahí que haya que cambiarlos de forma frecuente.

Agua: no usar aguas de pozos o manantiales que no estén bajo control sanitario.

Cuidado con los grupos vulnerables: Personas mayores, niños pequeños, embarazadas o personas inmunodeprimidas deben evitar alimentos de riesgo como son la mayonesa casera o pescados y mariscos crudos.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad