Las últimas lluvias provocan una espectacular crecida del Ebro

El Ebro, a su paso por Logroño, presentaba en la mañana de este lunes un aspecto imponente. Las lluvias y nevadas acaecidas durante el pasado fin de semana y el rápido deshielo contribuyeron a que los caudales de los afluentes contribuyan con un aportación notable al crecimiento del río.

La Confederación Hidrográfico del Ebro (CHE) anuncia que la punta de la gráfica podría darse en la noche de este lunes, cuando el río podría transportar en torno a los 1.000 o 1.100 metros cúbicos por segundo.

Y es que el episodio invernal del fin de semana, con nieve en la sierra, lluvia en Logroño y viento en la jornada del sábado, terminó retirándose este domingo sin más incidencias relevantes que una nueva crecida del Ebro similar a la de hace quince días, aunque sin alcanzar las previsiones de hasta 1800 metros cúbicos por segundo de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

El Ebro volvió a estar muy ancho en la localidad riojana de Alfaro, poniendo a prueba las últimas obras de contención. Entró en servicio el cauce de alivio de la margen izquierda, pero la lámina de agua era mucho mayor y saltó la margen derecha, llegando de nuevo a la defensa más próxima a los depósitos de captación del municipio. La empalizada de troncos instalada a modo de escollera quedó sumergida y volvió a filtrase el agua al otro lado de los mazones.